La zona de eventos de Facebook en el paseo de la Castellana de Madrid ha acogido esta mañana una jornada profesional sobre modelos de suscripción en medios de comunicación, organizada por la agencia Evoca, en la que se han abordado desde diversos ángulos (prensa local, nativos, legacy media, etc.), todas las aristas de uno de los principales retos que tiene ante sí la industria española de los medios de comunicación.
La ponencia de apertura ha corrido a cargo de Catarina Carvalho, directora del Diário de Notícias de Portugal. Carvalho ha destacado que los últimos años han sido malos para la prensa portuguesa. «Es un mercado reducido y muchas editoras están pasando grandes dificultades, con grandes deudas. No hay ninguna empresa de medios que se haya adaptado, y muchas dependen de los bancos«, ha apuntado, y ha agregado que el análisis es extensible a la prensa local, que depende de los poderes locales. «Se está tratando de diversificar el negocio, pero no es sencillo».
La directora del rotativo portugués reconoció que hasta hace poco, además, «todo estaba orientado a cuantos más clicks mejor» y que ahora algunos medios han empezado a implantar muros de pago «pero no se sabe cómo va porque no hay información. Hay muchos descuentos, muchos contratos b2b».
El error de cerrar la edición impresa
Carvalho explicó que, una vez llegado el nuevo equipo al periódico, del que ella formó parte, se decidió que se dejara de publicar diariamente en papel «y nos quedamos con edición impresa sólo los domingos, y después lo pasamos a sábado, porque el domingo no abre casi ningún quiosco. Decidimos hacerlo porque no queríamos ser responsables de la publicación diaria del periódico. Pero fue una decisión mala. Precipitada. Se necesita esa cercanía con la gente. No dejen de publicar el periódico mientras sea posible -instó Carvalho-. El periódico en papel es un remedio que necesita la gente para entender el mundo. Los que recibían el periódico en su despacho todos los días, la élite, también la perdimos». El periódico de los sábados, explicó Carvalho, está basado en la profundización, en el análisis de un tema.
Diário de Notícias implantó el muro de pago en julio de 2018. «Conseguimos muchos registros», apunta Carvalho, «pero la experiencia de usuario no fue buena al principio. Trabajábamos con Nonio y había fricción. Cada seis meses analizan qué se ha hecho mal para mejorarlo, pero había fricción. En este modelo nos acusaban de actuar como Google y Facebook, porque los datos se daban a las empresas».
Pensando en cambiar a un modelo de membresía
Sin embargo, pese a esa fricción, «hemos tenido una conexión importante con nuestros lectores. La gente se rinde cuando llega a un muro y se le pide que pague. Pero a veces están interesados en acompañarte. Por eso estamos interesados en el modelo de membresía. La membresía te da compromiso. Cuando le pides a la gente que pague por un artículo, se sienten como un cliente; cuando le dices que sea miembro, se sienten más atraídos, sienten que forman parte del proyecto».
Carvalho explicó que el pico de suscripción lo consiguieron con una investigación sobre las fuentes de fake news en Portugal y que el tipo de contenidos que se realizan influye mucho en conseguir suscriptores o no: «Si haces análisis en profundidad, captas usuarios. Si haces información light, no».
Pero a partir de marzo, entraron en un periodo valle o de meseta, en que el diferencial nuevas suscripciones menos las cancelaciones, era prácticamente cero. «Hemos conseguido no tener muchas bajas, pero no hemos podido seguir creciendo. Esa es la realidad. La gente en Portugal no quiere pagar por las noticias, y en ocasiones es que no pueden hacerlo».
Los medios en abierto copian las noticias que otros dan en cerrado
Una de las causas por las que no se pagan, según Carvalho, es una práctica extendida en Portugal: hay medios que se dedican a copiar las noticias en cerrado de otros medios y darlas en abierto. Por ejemplo, «el Observador, coge noticias cerradas de otros medios, las copia y lo abre a todo el mundo. Nosotros esta estrategia no la hacemos, pero en Portugal todos copian a todos y los artículos por los que la gente debería pagar se encuentran rápidamente gratis en otro medio. En Portugal no hay ningún escrúpulo en hacer esto. Se copian hasta las entrevistas. Todos trabajan como agregadores. Es una locura. ¿Qué le estamos haciendo al mercado?», se pregunta.
Ni el gobierno portugués paga por las noticias
Como ejemplo de la falta de cultura de pago por contenidos, Carvalho citó al mismo Gobierno portugués. El Ministerio del Interior llamaba a los periodistas diciendo que no podían abrir las noticias porque eran de pago, relata Carvalho. «Al decirles que había que abonarse para leerlas, pedían que les enviaran el texto porque no decían que no iban a pagar por leer noticias. Es increíble. Los que deberían estar defendiendo esto son los primeros que no pagan», asevera.
«La nuestra -explica Carvalho- no es sólo una historia de éxito, sino que tiene sus luces y sombras. Podría decir que nos va estupendamente con el paywall, pero no es así».