Las periodistas argentinas María Ayuso, de la sección Comunidad, y Natalia Louzau, del equipo de LN Data, participaron en el desarrollo de la herramienta digital.

Un grupo de trabajo interdisciplinario encabezado por los equipos de Fundación La Nación y LN Data, del diario argentino La Nación, creó una herramienta digital que busca promover un uso de las palabras que sea correcto y respetuoso al momento de comunicar periodísticamente sobre temas relacionados con grupos que históricamente han sido vulnerados en el acceso a derechos (como las personas con discapacidad, las niñeces, el colectivo LGBT+ o las personas en situación de pobreza, por nombrar solamente algunos ejemplos) y también cuando se informa sobre violencias, salud mental o suicidio, entre otras problemáticas que requieren un abordaje con ciertas especificidades.  

La herramienta se llama “Cómo lo digo” y es de uso abierto. No está destinada exclusivamente a periodistas. La idea es que todas las personas que quieran puedan utilizarla: se puede entrar desde cualquier computadora con acceso a Internet ingresando a www.comolodigo.com.ar”, indica Natalia Louzau, periodista e integrante del equipo de periodismo de datos que participó en el desarrollo del proyecto. 

La plataforma funciona como un buscador de términos en el que el usuario escribe una oración, selecciona una temática relacionada y la herramienta lo ayuda a entender si el abordaje es correcto. 

“Además del buscador, se construyó un diccionario que está clasificado en distintos tópicos, con más de 200 expresiones que solemos usar frecuentemente y cuyo uso muchas veces no es apropiado. Ese diccionario está acompañado de otros recursos, entre ellos unas 20 guías que elaboraron distintas organizaciones, como Unicef, para profundizar en la comunicación o el abordaje de estas temáticas”, agrega María Ayuso, periodista de la sección Comunidad que también trabajó en la iniciativa.

Captura de pantalla que muestra cómo se consultó al buscador para titular una nota sobre violencias.

Louzau, que trabaja en proyectos que involucran análisis de datos y tecnología, y Ayuso, especializada en coberturas de problemáticas sociales con perspectiva en derechos humanos, niñeces y adolescencias, géneros y diversidades, explican qué impulsó la creación de esta iniciativa basada en la lógica de datos abiertos; cómo fue el proceso de trabajo  interdisciplinario; qué impacto ha tenido su uso en la redacción y, como consecuencia, en los contenidos informativos; y qué metas buscan alcanzar durante 2024. 

 

(P) ¿Qué problemática impulsó la creación de “Cómo lo digo”? 

(R) María Ayuso: Esta iniciativa surge de una necesidad muy concreta que tenemos quienes constantemente estamos comunicando noticias, visibilizando tendencias y ahondando en problemáticas sensibles y que involucran a grupos postergados: cómo hacerlo de una forma que no siga replicando violencias y vulnerando derechos. Constantemente, en nuestro medio y en muchos otros (esta no es una problemática exclusiva de un medio en particular ni mucho menos, sino compartida y generalizada) veíamos (y continuamos viendo) abordajes que estigmatizan o profundizan prejuicios, estereotipos, etcétera.  

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También surge con la certeza de que las palabras construyen sentido, sobre todo las emitidas desde los medios de comunicación y que nuestras coberturas realmente pueden contribuir a la calidad del debate de la promoción y protección de derechos de las infancias, de las personas en situación de pobreza, entre otras.

Entendemos que cuando no se utilizan los términos adecuados, también se vulneran derechos o pueden replicarse prejuicios o miradas que estigmatizan, por ejemplo. ¿Cuántas veces naturalizamos expresiones, términos, sin ser conscientes del impacto que tienen o del dolor que generan? 

 

(P) ¿Quiénes participaron en el desarrollo de la herramienta? ¿Cómo se financió? 

(R) Natalia Louzau: La herramienta fue desarrollada en el marco de un desafío de innovación de Google News Iniciative en el que el proyecto de La Nación fue seleccionado. En el proceso de su desarrollo participaron, principalmente, los equipos de La Nación Data y Fundación La Nación. También, jugó un rol importantísimo el aporte de un grupo de especialistas en distintas temáticas (infancias, diversidad, etcétera), y fueron tomados fuertemente como base los lineamientos y prácticas internacionales de cómo abordarlas, incluyendo guías o manuales elaborados por las propias comunidades respecto a cómo quieren ser nombradas: por ejemplo, las personas con discapacidad. Participaron periodistas, programadores y analistas de datos

 

(P) ¿Qué objetivos editoriales buscan alcanzar con esta iniciativa dentro de la redacción de La Nación? ¿Y hacia afuera qué expectativas tienen?  

(R) María Ayuso: Nuestro objetivo es que cada vez podamos comunicar mejor, de una forma respetuosa, que promueva derechos y que no los vulnere. Hacia afuera, apuntamos a sumar nuestro pequeñito granito de arena para que, a través de esta herramienta, todas las personas que quieran (como dijimos, no únicamente periodistas, sino la comunidad en general) puedan avanzar en este sentido. Esto es una construcción colectiva, un aprendizaje permanente que evoluciona prácticamente a diario, en el que seguiremos y seguimos cometiendo errores, pero el compromiso está en mejorar cada día

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(P) ¿Cómo funciona la herramienta? 

(R) Natalia Louzau: Cualquier persona puede poner en el buscador de su computadora comolodigo.com.ar y se le va a abrir la herramienta, que tiene el formato de un buscador donde uno puede escribir una oración, seleccionar al menos un tema relacionado (infancias y adolescencias, discapacidad, violencias, salud mental, diversidad, suicidio) y hacer click en el botón de analizar.

Una vez que se introduce una oración en el buscador, la herramienta escanea las palabras escritas y las coteja con las que conforman el diccionario de términos y expresiones de Cómo lo digo. De esa manera, puede ofrecer como resultado una serie de advertencias sobre posibles expresiones impropias y sus respectivas sugerencias para reemplazarlas. También brinda consejos generales para tener en cuenta al comunicar sobre la temática. En algunos casos, el uso incorrecto de determinadas palabras está relacionado con el contexto.

Un ejemplo que muestra el funcionamiento de “Cómo lo digo” y los recursos que ofrece. 

 

(P) ¿La herramienta sigue siendo actualizada para mejorar sus resultados? 

(R) Natalia Louzau: Absolutamente. Está en constante desarrollo y evolución y se actualiza con la información y sugerencias que aportan periodistas, académicos y especialistas. El lenguaje es una construcción permanente y por eso está siendo revisada constantemente. Además invitamos a que quienes usan la herramienta puedan hacer sus aportes haciendo click en un botón que los lleva a un formulario donde pueden dejar todos sus comentarios o sugerencias. Todo el tiempo se están sumando términos y contenidos nuevos. Es una herramienta 100% participativa, basada en la lógica de datos abiertos porque la idea es que todos podamos usarla en diferentes ámbitos: desde empresas hasta escuelas.

Todos cometemos errores. Esto es un aprendizaje constante. Pero estamos convencidas de que la comunicación es una herramienta para el cambio social y que podemos contribuir desde nuestro lugar mediante una comunicación respetuosa. Para eso, empezar por las palabras es un primer y enorme paso.

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(P) ¿Qué cambios han notado en los contenidos periodísticos de La Nación a partir del uso de “Cómo lo digo”? 

(R) María Ayuso: El uso de la herramienta es un hábito que estamos promoviendo y que se sigue construyendo todos los días, pero lo que notamos desde el primer momento es un gran interés en la redacción en general. En los contenidos periodísticos se siguen reproduciendo, muchas veces, palabras o términos que no son los adecuados, pero cada vemos que son menos y que, cuando esto sucede, en seguida se encienden “alertas” internas: alguien lo nota, avisa, pregunta, recurre a la herramienta o a quienes la desarrollamos para hacernos una consulta sobre “cuál es la mejor forma de abordar tal o cual cuestión”. 

 

(P) ¿Qué feedback han recibido de usuarios de la herramienta? 

(R) Natalia Louzau: Muy positivo. En general, subrayan lo necesario que resulta poder acceder a estos contenidos y, además, piden más y nuevas capacitaciones sobre las temáticas abordadas, incluso proponiendo otras nuevas que actualmente no están incluidas en Cómo lo digo. 

 

(P) A partir de esos datos, ¿qué metas buscan alcanzar en 2024?

(R) María Ayuso: Bajo la premisa de Cómo lo digo en el diario seguimos promoviendo espacios para que podamos capacitarnos de forma constante sobre la forma de comunicar estas temáticas. Queremos seguir aprendiendo. Muchas veces está presente la pregunta de si es posible ejercer un periodismo con un enfoque de derechos en un mundo en el que abunda la sobreinformación y donde pareciera mandar siempre la coyuntura o la primicia. Estamos convencidos de que la respuesta es “sí”. 

Por ejemplo, el año pasado, en el aniversario de los 10 años del femicidio de Ángeles Rawson, su mamá, Jimena, nos visitó en la redacción para contarnos sobre el impacto que la comunicación de un caso de femicidio puede tener en la vida de las familias y nos hizo reflexionar sobre nuestras coberturas más allá del deber innato de comunicar e informar. Nuestra responsabilidad también es tener una mirada humana, respetuosa y empática. Nada más y nada menos. 

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