El estado actual del periodismo británico fue objeto de análisis en la presentación del informe «UK journalists in the 2020s», realizado recientemente en la City St George’s University of London, evento en el que se discutieron aspectos como la falta de diversidad, las dificultades laborales para los jóvenes periodistas y el impacto de la tecnología en las redacciones.
El panel, moderado por la directora del Reuters Institute, Mitali Mukherjee, reunió a Neil Thurman, editor principal del informe, Glenda Cooper, responsable del Departamento de Periodismo de la City St George’s, la periodista del diario The Guardian Robyn Vinter, y la periodista especializada en viajes y gastronomía Kira Richards.
El informe, resultado de una encuesta realizada a finales de 2023, reveló importantes desafíos relacionados con la diversidad y el acceso laboral. Robyn Vinter, corresponsal en el norte de Inglaterra para The Guardian, subrayó las dificultades de acceder al periodismo desde entornos sociales desfavorecidos. Según el estudio, el 22% de los periodistas británicos encuestados asistieron a colegios privados en secundaria, porcentaje muy superior al 6% promedio nacional.
«Si en mi escuela hubiera dicho que quería escribir para The Guardian, habría sido motivo de burla», expresó Vinter, quien destacó que el acceso al periodismo nacional sigue ligado a redes de contactos que habitualmente no están al alcance de la clase trabajadora. La periodista enfatizó que, para ella, las publicaciones especializadas representaron una puerta de entrada viable al sector.
El informe también evidenció la subrepresentación de minorías étnicas, así como una significativa brecha generacional: el 39% de los periodistas tiene más de 50 años, frente a solo un 3% entre los 18 y 24 años.
Kira Richards, egresada reciente del Máster de Periodismo de la City University, describió la incertidumbre laboral a la que se enfrentan los jóvenes. «Realicé tres prácticas consecutivas mientras buscaba un empleo estable que nunca llegó», señaló Richards, corroborando datos del informe sobre la reducción de contratos indefinidos y el incremento del trabajo freelance desde 2015.
Glenda Cooper agregó que la precariedad de las prácticas desanima especialmente a jóvenes de bajos ingresos, quienes carecen del apoyo económico necesario para sostenerse durante periodos prolongados sin estabilidad laboral.
La tecnología fue otro tema central. Aunque la encuesta fue previa al auge de la inteligencia artificial generativa, los panelistas coincidieron en que es necesario capacitar a los periodistas en nuevas habilidades digitales. Cooper destacó que estas capacitaciones no deben recaer solo en los individuos, sino también en las organizaciones que los emplean.
Además, el informe abordó cuestiones éticas como la aceptación de productos o servicios gratuitos por parte de periodistas, práctica justificada por un 43% de los encuestados británicos, una de las tasas más altas internacionalmente. Richards defendió las ofertas en el periodismo de viajes, considerándolas esenciales para ciertos tipos de reportajes.
Pese a estos desafíos, el informe destacó que el Reino Unido sigue ofreciendo un entorno seguro para el ejercicio periodístico, aunque con ciertas amenazas como discursos ofensivos o campañas de desprestigio público.
Para concluir, Robyn Vinter sugirió medidas radicales como suspender temporalmente contrataciones de periodistas provenientes de colegios privados o universidades elitistas como Oxford y Cambridge, argumentando que el actual sistema perpetúa la desigualdad.
«Aunque es el mejor oficio del mundo, necesitamos preparar a las nuevas generaciones para enfrentar estas duras condiciones laborales», afirmó Cooper en una llamada a la acción dirigida especialmente a los grandes medios británicos.
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