Los micropagos no son un sistema que esté teniendo una amplia repercusión en la industria de los medios de comunicación, ya que el esfuerzo de los que ya están trabajando con muros de pago o piensan hacerlo en breve se centra más en conseguir suscriptores con un potencial LTV importante (LTV o Life Time Value es el valor neto de los ingresos que nos genera un cliente durante el tiempo que permanece con nosotros).

Si una de las variables del LTV es la recurrencia de la compra (en un ejercicio de simplificación, en el caso de medios LTV sería igual a: cuota de membresía x las veces que lo ha renovado, hasta que se cancela) los micropagos, que no están sujetos en principio a una periodicidad obligatoria, no son tan prioritarios.

Los medios están invirtiendo en lectores más comprometidos con el medio, para que el LTV sea mayor. Dado que hay un Coste de Adquisición del Cliente (CAC), el objetivo es que la diferencia entre coste de adquisición y beneficios derivados de todas las transacciones realizadas por el suscriptor sea lo mayor posible. Los micropagos, que deben trabajarse también y desarrollar tecnología y estrategia, aportan, por lo general, menos beneficios en ese binomio CAC<LTV.

Si no hay por tanto desarrollos importantes porque no es algo prioritario en estos momentos, aquellos lectores que pudieran estar interesados suelen desistir de su intención ante la incapacidad de pagar de una manera sencilla una pequeña suma, como 25 céntimos de euro, para leer un artículo online.

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El proyecto Libra de Facebook

Pero, ¿y si los micropagos los obtuvieran gratuitamente los usuarios de redes sociales por realizar actividades en la red¿ Por ejemplo, que Facebook los donara a sus lectores, para que puedan estos gastarlos en la lectura de contenidos de periódicos, además de usarlos en comercios online.

Ese es, a grandes rasgos, uno de los objetivos del Proyecto Libra de Facebook, con el que la red social viene trabajando ya desde hace tiempo.

Facebook trabaja para construir una cadena de bloques propia, que vendrá con su propia moneda, y que probablemente se llamará Facebook Coin, según cuenta Fortune. La compañía no ha dado muchos detalles  sobre cómo funcionará exactamente pero, apuntan desde Fortune, cada usuario podría recibir un pequeño lote de Facebook coins de forma gratuita, y luego poder comprar más monedas o ganarlas haciendo tareas como ver anuncios.

Esto, apunta el periodista de Fortune y especialista en criptomonedas Jeff John Roberts  podría resolver el problema de los micropagos al darles a todos algo que pueden gastar fácilmente y, en el lado de los medios de comunicación, proporcionar a los editores una forma fácil de recibir pagos.

«Esto significa -apunta Roberts- que dentro de un año, los paywalls incluirán la opción de suscribirse con una tarjeta de crédito, como sucede ahora, o simplemente hacer clic para pagar por una lectura única«. Los sitios web, a partir de esta iniciativa, podrían poner en marcha estrategias, entre ellas la de precios, con la esperanza de convertir a los lectores ocasionales en suscriptores de pago.

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Según indica la BBC, el proyecto podría salir a la luz en fase experimental en 2020.

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