Los clips de audio obtienen calificación en cinco parámetros distintos

Los algoritmos que usan redes sociales, buscadores y otras plataformas están desde hace tiempo bajo escrutinio ya que sus objetivos, en muchos casos, distan mucho de ser una herramienta al servicio de los usuarios y semejan más una nueva forma de controlar las acciones de las personas. 

Con demasiado frecuencia, el objetivo es encerrarlos en burbujas, bien dando contenido basado en experiencias o fomentando una polarización y un frentismo que en nada ayuda al fortalecimiento de las democracias, en donde es fundamental saber escuchar y convivir con opiniones contrarias, dentro del marco legal, la ética y el respeto.

Los algoritmos suelen mostrar informaciones en las que estás muy de acuerdo, o piezas de opiniones contrarias, en las que ha primado la exacerbación, para que crezca la indignación y se alimenten así las redes unos contra otros.

En última instancia, por lo general, los algoritmos que recomiendan ese contenido que fomenta la polarización buscan mantener encerrado al lector en sus redes, y así, ganar más dinero con sus interacciones.

En muchas ocasiones, además, los algoritmos cruzan la frontera de lo aceptable, y se vuelven muy peligrosos.

Primero la radio pública sueca y ahora la BBC

Pero de vez en cuando hay medios, generalmente públicos, que tratan de aprovechar lo bueno que puede ofrecer un algoritmo y el aprendizaje automático, para que sean un verdadero servicio al ciudadano.

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Si hace unos meses la radio pública sueca, la Sveriges Radio (SR), se ponía manos a la obra para crear un algoritmo que reforzara los valores del periodismo de servicio público, ahora ha sido la BBC la que, basándose justo en esos primeros pasos dados por la radio pública sueca, trata de desarrollar un algoritmo que realmente tenga como misión ayudar a los ciudadanos a mantenerse informados atendiendo a criterios que nada tienen que ver con los de los algoritmos de las redes sociales.

En este caso, el algoritmo que están construyendo en la BBC se centra en las noticias que los editores seleccionan, de entre la producción de la cadena, para que formen parte de las emisiones o contenido personalizado. Esos clips han sido previamente calificados en función de unos parámetros de servicio público.

Los clips de audio se anotan con valores para cinco parámetros definidos. Es decir, cada audio, tiene una puntuación en cada uno de los siguientes aspectos:

  • Magnitud: el impacto de la historia
  • Vida útil: la cantidad de tiempo que la historia seguirá siendo relevante
  • Valor de servicio público: cualidades únicas de la BBC para servir al público
  • Tiempo de consumo: duración de la historia
  • Necesidades de noticias: un conjunto de seis valores que describen el propósito de una historia para la audiencia (inspirarme, divertirme, educarme, darme perspectiva, mantenerme en tendencia, actualizarme)
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Así, cualquier clip de audio tiene ya en origen, introducidos por los editores, unos valores numéricos que se basan en esos parámetros.

A la hora de seleccionar la información, puede solicitarse qué primen unos u otros parámetros, pero siempre atendido a unos valores periodísticos y de servicio

Al estar puntuados, luego, cuando se programa la selección de contenidos, se puede pedir al algoritmo que muestre unos u otros en función de a qué le quieren dar más relevancia, dentro de esos cinco casos, pero ya hay un objetivo que se le da al algoritmo dentro de un marco de periodismo de calidad, en el que no ha lugar la explotación emocional de las diferencias políticas, por ejemplo.

Según la BBC, hace ya tiempo que internamente estaban analizando la forma de definir los parámetros que utilizan a diario los editores y periodistas de la BBC cuando valoran qué historias encargar y publicar en diferentes partes de programas, destinadas a audiencias en todo el Reino Unido. Este prototipo, al que han llamado Cupido, es el primer paso en ese sentido.

Próximamente, este experimento se extenderá o a artículos de texto y se probará el resultado con usuarios piloto.

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