Desde que las pantallas se hicieron táctiles, hace poco más que una década, dejaron de ser un dispositivo de salida donde se representaba visualmente la información, para pasar a ser la forma como se interactúa con los dispositivos más comunes: con unos pocos toques se puede revisar el correo en el smartphone o ver una película en la tablet.
Pero eso está cambiando en los nuevos dispositivos que han llegado al mercado, los altavoces inteligentes, que pretenden entrar en la vida cotidiana de las personas, concretamente en sus hogares. Las tres grandes compañías tecnológicas están horadando un nuevo espacio para estos altavoces, con sus respectivos asistentes personales, que pueden interactuar con los usuarios para hacer las tareas cotidianas más sencillas: unos asistentes personales que hacen la lista de la compra y hasta la encargan al supermercado, que regulan la temperatura de casa o que informan sobre el estado del tráfico o el tiempo que hace antes de salir hacia el trabajo. Y todo con la voz.
Con los nuevos altavoces inteligentes no es necesario tocar una pantalla o ir hasta ella. Si hablamos de poner música en el ordenador, por ejemplo, basta con invocar al asistente del altavoz, mientras la persona da vueltas por la casa, sin dejar de hacer otras cosas. Se puede optimizar el tiempo dando instrucciones orales mientras se cocina o se cambia de ropa, para resolver problemas diarios como si se tuviese un asistente real, que está atento a todas nuestras necesidades y se encarga de esas pequeñas engorrosas cosas que nos quitan tiempo y atención.
Así, Amazon está perfeccionado Alexa, la asistente de su dispositivo Amazon Echo (que se puede colocar en cualquier lugar de la casa y cuenta con siete micrófonos integrados), que al escuchar su nombre se activa para resolver dudas, cumplir tareas como poner la lavadora (si la casa cuenta con un sistema domótico, por supuesto)o buscar información en internet. Además, con la ventaja de que es el más barato del mercado, 180 dólares americanos, lo que lo ha aupado a la posición de liderazgo de estos dispositivos así como haber sido el primero en salir al mercado, a finales de 2014. En dos años Amazon Echo se coló en 5.1 millones de hogares –el número de unidades vendidas-, según un informe del centro de investigación Consumer Intelligence Research Partners (CIRP, por sus siglas en inglés).
A principios de este junio de 2017, Apple ha presentado su dispositivo HomePod –siguiendo la estela de Ipod- relacionado a este dispositivo con su acceso a la música e incorporando a Siri, su reconocida asistente virtual personal presente en sus móviles Iphones, que está vez responderá con su peculiar voz en el entorno casero para poner la canción favorita del usuario de su lista de música en Apple Music, poner la alarma de casa o pedir comida a domicilio en el restaurante preferido. Su precio, como es política de la compañía, es cuantioso porque sus beneficios se recogen principalmente del desarrollo que realizan en tecnología: ha salido a la venta por 349 dólares en Estados Unidos.
Google, cuyos ingresos provienen principalmente de la publicidad, ha impulsado el altavoz Google Home, con su asistente de voz, Google Assistant, una propuesta caracterizada por la sencillez y eficacia de la marca, que quiere ser el centro multimedia de toda la casa y de toda la familia, lanzada este año por 130 dólares para competir con Alexa de Amazon, que tiene dos años en el mercado. Google Home permite sincronizar y controlar los smartphones y dispositivos inteligentes presentes en el hogar –como el cromecast-, se conecta automáticamente con las cuentas de google de los usuarios y es la más eficaz en la búsqueda de información, honrando la naturaleza de la marca Google.
Aprender sobre los hábitos de los usuarios para ofrecer mejor servicio
Todo esto suena muy bien pero la verdadera revolución está en un pilar básico: todos los asistentes incorporan tecnología de inteligencia artificial, lo que significa que con cada uso son capaces de aprender más sobre los hábitos de los usuarios para poder ofrecerle mejores servicios. El desarrollo de la I.A. será cada vez mayor en función del uso continuado por parte de las personas de estos dispositivos, que les permitirán ser más eficientes al tener más datos y capacidad de análisis del comportamiento humano que genera cada situación y necesidad. Los avances en el campo de reconocimiento de voz ha hecho posible simplemente que sean más cercanos, porque permite “hablar” con ellos. Pero recordemos que esto es sólo una ficción. Lo valioso es que sean capaces de responder a nuestras demandas, mientras avanzan en el conocimiento de las necesidades de los usuarios, a través de la experiencia con cada uno de ellos.