Epaper del Washington Post, ayer 7 de septiembre

El declive continuo de los periódicos impresos, que siguen cayendo en ventas de ejemplares año tras año y no logran estabilizarse, hace pensar en un escenario a medio plazo en el que la prensa será si no residual, sí muy minoritaria cuantitativamente dentro del conjunto de medios informativos. 

Por otro lado, los periódicos españoles se han lanzando, aunque con notable retraso con respecto a otros países occidentales, a apostar por modelos de suscripción para sus periódicos digitales, en vista de que el modelo de negocio basado en audiencias masivas no funciona, porque la publicidad digital va mayoritariamente a Facebook y a Google, y también porque el modelo de captar usuarios únicos sean cuales sean no ha ayudado a fomentar el periodismo de calidad, sino todo lo contrario.

Entre ambos escenarios, el de la caída parece que irremisible de la prensa, y la apuesta definitiva por las ediciones digitales de pago, queda sin definirse cuál será el futuro de las ediciones electrónicas de los periódicos impresos, esto es, la copia en PDF más o menos innovadora de la edición impresa, que en unas ocasiones son una mera réplica exacta, pero en otras están enriquecidas con elementos audiovisuales, manteniendo la jerarquización de la información y la finitud de contenidos, pero con ciertas actualizaciones importantes.

Aunque a bote pronto puede pensarse que su futuro está ligado inexorablemente al de la edición impresa, y que no se van a destinar recursos importantes por parte de las editoras para crear ediciones electrónicas de los periódicos impresos, una vez las ediciones impresas cesen, en algunos periódicos se viene observando que la curva de consumo del epaper no es la misma que la de las caídas de la edición impresa e incluso hay estudios que apuntan no sólo hacia un mantenimientos de los epapers sino de cierta apuesta por su modernización, al ofrecer algo que los lectores buscan ahora y que están ofreciendo las newsletter: jerarquización de la información, concisión y finitud.

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Estudio E-paper 2020: el consumo de periódicos electrónicos crece un 20%

Precisamente un estudio hecho público este mismo mes de septiembre ha revelado que, lejos de decrecer, el consumo de epapers crece. Según el E-PAPER-STUDIE 2020, realizado para el mercado alemán por la empresa proveedora de servicios para periódicos ZMG, uno de cada ochos periódicos vendidos es ahora un e-paper.

Según el estudio, solo en el segundo trimestre de 2020, la circulación de los periódicos en papel electrónico aumentó en un 20 por ciento. Para los lectores, indica la encuesta, el e-paper es una de las principales fuentes de noticias de la que pueden obtener información varias veces al día o al menos a diario (38 por ciento).

Una explicación a este crecimiento podría ser que, dado que justo en parte de esos meses ha habido confinamiento, los lectores tradicionales de prensa consultaban el epaper al no poder desplazarse al quiosco o no ir por prevención. Falta por conocer si ese crecimiento se mantiene o si está directamente vinculado con el impacto de la pandemia.

En todo caso, según el E-Paper Studie 2020, dos tercios (65,8 por ciento) de los lectores digitales tienen menos de 50 años y, por lo tanto, en promedio son más jóvenes que los lectores impresos. El 65 por ciento de ellos tiene una educación superior y están empleados a tiempo completo.

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Además, indica el estudio, los usuarios de papel electrónico se encuentran entre los que más ganan: el 43 por ciento tiene ingresa más de 3.000 euros netos mensuales y uno de cada cinco (21 por ciento) tiene una renta familiar de más de 4.000 euros.

 

Destacan el manejo simple y la disponibilidad constante y sin complicaciones del epaper

Según la encuesta, los lectores del epaper destacan “el manejo simple y la disponibilidad constante y sin complicaciones” que ofrece la edición electrónica del periódico impreso.

Qué sucederá en el futuro es otra cuestión, independientemente de estos datos que aporta el estudio.  Fuentes consultadas por esta redacción en periódicos españoles indican que en una situación como la actual, de recortes y apuesta por la edición digital, es muy complicado que se lleven a cabo apuestas innovadores con respecto al epaper y sí ven su futuro muy ligado al de las ediciones impresas. “Es complicado que crezcan como formato autónomo, al menos tal como los conocemos ahora. Casi todos los periódicos tienen epapers híbridos, que mantienen la jerarquización informativa pero permiten leer las noticias en formato digital, con texto corrido. Si evolucionan, creo que irán más hacia un tipo de ediciones concretas de la edición digital, por ejemplo una edición matutina o vespertina, o ediciones sectoriales para distintos tipos de lectores, con contenidos ordenados y limitados, que hacia el concepto actual de epaper”.

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“Es verdad -señalan estas fuentes- que, por ejemplo, ahora en la pandemia, ha habido periódicos que han dejado de imprimirse, algún regional o deportivo, y han hecho una edición en epaper aunque no hubiera periódico impreso, pero respondía más a ofrecer un servicio a los lectores tradicionales que se habían quedado sin el impreso, que a una apuesta real por potenciar las ediciones electrónicas como algo autónomo de la edición impresa”.

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