Un nuevo trabajo de investigación del Reuters Institute sobre confianza en los medios, The Relevance of impartial news in a polarised world, ratifica que la imparcialidad y la precisión son fundamentales para que un medio de comunicación genere confianza.
El estudio se ha llevado a cabo en cuatro países, Brasil, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, y ha involucrado a 52 personas, que al menos consumían noticias con regularidad (al menos tres por semana) y tenían un interés medio-alto en «noticias duras» (p. ej. política, actualidad).
Asimismo, entre los encuestados había distinto uso de fuentes y plataformas de noticias, y su ideología era distinta, de la izquierda a la derecha, pero se excluyeron los extremos.
Estos son los principales hallazgos del trabajo de investigación:
- Las audiencias realmente valoran lo que representa la imparcialidad, a pesar de la complejidad del concepto. La mayoría de la gente quiere estar expuesta a una variedad de puntos de vista, especialmente en torno a la política y otros temas serios e importantes. Reconocen el riesgo de exponerse a vistas extremas o de un lado, en nombre del equilibrio. Sin embargo, la evidencia de este grupo de usuarios comprometidos es que están aún más preocupados sobre la supresión y el silenciamiento de los puntos de vista.
- Si bien los lectores aprecian las noticias imparciales, también se valora la opinión, junto con el contexto y el análisis de fondo. Una vez informados por los hechos, las audiencias comprometidas dicen que quieren estar expuestas a una variedad de puntos de vista que arrojen luz sobre diferentes perspectivas, permitiéndoles juzgar los méritos de los argumentos. Los artículos con opiniones les ayudan a dar sentido a las noticias y a formarse sus propios puntos de vista. El público dice que la opinión también puede hacer que las noticias sean más interesantes. Sin embargo, la distinción entre noticias y opinión se disuelve con demasiada facilidad cuando la imparcialidad se ve comprometida, particularmente en las redes sociales.
- En el mundo analógico, las diferencias entre noticias, análisis y opinión eran mucho más claras, con etiquetado especial y secciones claras, pero en digital las divisiones son más borrosas. Para los periodistas, los dilemas en torno a la imparcialidad también han sido puestos a prueba por más formatos informales (como las citadas redes sociales), donde las noticias se han vuelto más emotivas o controvertidas. Muchos temen que la opinión y la promoción se mezclen cada vez más con la propia noticia de una manera que a menudo no es transparente.
- La proliferación de perspectivas y la gama de nuevos formatos digitales están poniendo nuevas presiones sobre la imparcialidad en las noticias. ¿Cómo deberían responder las empresas de medios? No hay una respuesta a esto, dadas las diferentes tradiciones y entornos regulatorios. Algunas empresas de medios de comunicación de servicio público como la BBC han llegado a la conclusión de que deben reafirmar su compromiso con la imparcialidad, debido al vínculo con la confianza, y están ofreciendo al personal directrices para tener en cuenta los cambios en las expectativas.
- Otras organizaciones de noticias están buscando alinearse más estrechamente con los puntos de vista y los valores de sus audiencias y esto puede empujarlos hacia un enfoque más parcial.
El informe pone sobre la mesa también que:
- Debe haber un mayor reconocimiento de los nuevos desafíos a la imparcialidad y cómo se puede ver afectada la confianza con audiencias específicas.
- Debe haber una mejor formación de los periodistas sobre los peligros de socavar
la imparcialidad en áreas específicas, por ejemplo, donde el periodismo es más informal o se accede en entornos distribuidos como las redes sociales. - Las organizaciones de noticias deberían ser más transparentes sobre sus políticas en cuestiones como la inclusión y la exclusión, y la falsa equivalencia.
- Es necesario que haya un etiquetado y una señalización más claros y coherentes de los diferentes contenidos (noticias, análisis, opinión) para superar la confusión del consumidor en contextos digitales.