El declive de los medios de comunicación impresos, periódicos, revistas, etc., es generalizado en la mayor parte de los países occidentales. Año tras año, las cifras de circulación retroceden en números de dos cifras a veces, dejando sobre la mesa un panorama poco halagüeño, que ahora, además, se agrava con el incremento del precio del papel, que está poniendo contras las cuerdas a muchos medios tradicionales.
¿Son la prensa y las revistas impresas un bien que debe apoyarse y preservarse, o no importa tanto dónde se plasma el periodismo, y lo importante es que los medios sean fuertes para cumplir su labor social sea cual sea la plataforma?
En Alemania, los editores consideran que, aunque el periodismo pueda seguir prosperando en el digital, pese a las dificultades, es necesario preservar los medios escritos por lo que aportan y ningún otro canal puede aportar.
En concreto, los editores de medios impresos están presionando para obtener un rápido apoyo estatal que ayude a frenar el declive, porque consideran que, entre otras razones, de seguir así no se podrá llegar a muchas zonas rurales, en donde mucha gente sigue teniendo los periódicos impresos como fuente principal, y que, de no remediarse, la brecha de conocimiento se agravará.
«Si esperamos mucho tiempo, tendremos un panorama de prensa diferente y muy empobrecido en Alemania», comenta el director ejecutivo de la Asociación de Editores de Revistas Alemanes (VDZ), Stephan Scherzer, según recoge Spiegel.