La batalla de parte del mundo editorial con Google, para que la empresa de Mountain View pague una compensación por el uso de los textos en algunos de sus servicios, tales como News o Discover, o el propio buscador, está viviendo en Australia un episodio que puede marcar quizá el resultado final del conflicto o, al menos, extenderse a otros países.
El gobierno federal australiano solicitó en abril pasado a la Australian Competition & Consumer Comission (ACCC), el organismo regulador de la competencia en Australia, que desarrollara un código de conducta obligatorio para solucionar lo que considera un desequilibrio de poder de negociación entre las empresas de medios de comunicación australianos y las plataformas digitales, específicamente Google y Facebook.
El 31 de julio pasado, la ACCC publicó un borrador del código para consulta pública y una serie de preguntas y respuestas (Q & As) sobre el borrador de código, y ha dado de tiempo a las partes implicadas a que aporten sus comentarios sobre el borrador antes de las 5 de la tarde del próximo viernes 28 de agosto.
El borrador del código establece que una vez se apruebe en el Parlamento -algo que parece que será inmediato-, tendrá carácter vinculante y Google y Facebook deberán incluir en sus plataformas un código que permita saber qué contenidos de cada medio de comunicación se han usado, para cobrar después una compensación por ellos.
El código permite que los medios de comunicación puedan negociar individual o colectivamente con Google y Facebook sobre el pago por la inclusión de noticias en sus servicios. Además del pago, el borrador del nuevo código incluye un conjunto de ‘estándares mínimos’, que obligan a Google (y a Facebook) a:
- Notificar previamente los cambios que vaya a haber en la clasificación algorítmica y en la presentación de noticias
- Reconocer apropiadamente el contenido original de las noticias
- Proporcionar información a los medios de los datos del usuario recopilados a través de las interacciones con el contenido de las noticias.
Requisitos para que un medio pueda acogerse al código
No todos los medios de comunicación pueden acogerse al nuevo código. Es necesario tener unos ingresos anuales de al menos 150.000 dólares australianos en el año anterior, o al menos en tres de los últimos cinco años, y cumplir algunos otros requisitos, como por ejemplo, que su producción principal de noticias sean sobre temas de importancia pública; esto es, en palabras de la ACCC, «el periodismo que involucra a los australianos en el debate público e informa la toma democrática de decisiones, así como el periodismo relacionado con eventos locales y comunitarios». Es decir, los medios de nicho (tecnología, ocio, etc.,) quedan fuera de esta consideración, así como los medios cuya producción principal sea contenido patrocinado o de orientación comercial.
También quedan fuera de la cobertura del código los medios que sean propiedad de partidos políticos, sindicatos, organizaciones partidistas, etc., al considerar que no pueden mantener la independencia debida en los temas de relevancia pública.
Además, los medios que cumplan los requisitos anteriores y quieran que les cubra el código deben adherirse a unos estándares editoriales profesionales, establecidos por el Consejo de Prensa o el Consejo de Medios Independientes, estándares editoriales establecidos en códigos relevantes de la industria de medios o estándares editoriales internos equivalentes.
Google rechaza de plano el borrador del código
El editor político de Sky News, Andrew Clennell, comentaba este fin de semana que “el Gobierno federal cree que Google está preparando una pelea al respecto porque le preocupa que otros países sigan su ejemplo con grandes reformas similares”, dijo. “Obviamente, esto le costaría a Google mucho más que aceptar el cambio en Australia, pero el gobierno está decidido a continuar con esta reforma; una de las mayores reformas de medios del mundo «.
Efectivamente, Google ya ha anunciado que no comparte el código. Estos días ha colgado en sus servicios en Australia una carta firmada por la directora gerente de Google en Australia, Mel Silva, que informa a los usuarios de su postura.
Según Silva, «la forma en que los australianos buscan todos los días en Google corre el riesgo de una nueva regulación», y alega que la ley impediría que servicios como Google o Youtube mostraran «lo que es más relevante y útil para usted«.
Silva (Google): «Es una ventaja injusta para los medios de comunicación con respecto a otras webs»
Además, añade Silva, «la ley nos obligaría a otorgar una ventaja injusta a un grupo de empresas (los medios de noticias) sobre todos los demás que tengan un sitio web, un canal de YouTube o una pequeña empresa. Las empresas de medios de comunicación por sí solas recibirían información que les ayudaría a inflar artificialmente su clasificación sobre todos los demás, incluso cuando otros tengan un mejor resultado. Siempre hemos tratado a todos los propietarios de sitios web de manera justa cuando se trata de la información que compartimos sobre el ranking. Los cambios propuestos no son justos y significan que los resultados de búsqueda de Google y YouTube serán peores para usted».
«Les enviamos miles de millones de clics gratuitos cada año»
Según Google, «creemos profundamente en la importancia de las noticias para la sociedad. Nos asociamos estrechamente con empresas de medios de noticias australianas; ya les pagamos millones de dólares y les enviamos miles de millones de clics gratuitos cada año. Hemos ofrecido pagar más para licenciar contenido. Pero en lugar de fomentar este tipo de asociaciones, la ley se establece para dar un trato especial a las grandes empresas de medios de comunicación y animarlas a hacer demandas enormes e irrazonables que pondrían en riesgo nuestros servicios gratuitos. Esta ley no solo afectaría la forma en que Google y YouTube trabajan con las empresas de medios de noticias, sino que afectaría a todos nuestros usuarios australianos».
Google ha anunciado que «haremos todo lo posible para cambiar esta propuesta, de modo que podamos proteger la forma en que Google Search y YouTube funcionan para usted en Australia y continuar construyendo asociaciones constructivas con empresas de medios de noticias, sin elegir una sobre la otra».
Desde la industria de medios australiana se considera la carta de Silva como un intento de «amendrentar a los usuarios».