Imagen: Bianco Blue / Depositphotos

Varias conclusiones del informe “The AI Revolution in Newsrooms: Three Paths to the Future”, de Frontiers, elaborado por John Hashimoto, señalan que la inteligencia artificial (IA) continúa adentrándose en las redacciones de forma acelerada y plantea cambios en todos los eslabones de la cadena informativa.

El documento destaca, entre otras cuestiones, que las empresas periodísticas están asumiendo una postura cada vez más abierta al uso de IA, aunque persiste cierta cautela derivada de riesgos potenciales como la difusión de datos inexactos o la posible reducción de la intervención humana.

El texto describe tres tendencias principales de adopción de la IA en la industria: iniciativas ya consolidadas, proyectos en fase de experimentación y avances más disruptivos que pueden cambiar la forma de producir y consumir noticias.

A continuación, se exponen los aspectos clave que estructuran el informe, comenzando por la evolución de la actitud general de los medios frente a la IA y culminando con los escenarios más radicales que se prevén para el futuro inmediato.

El punto de partida: cambios inevitables

El informe sostiene que la aparición de ChatGPT hace dos años marcó un antes y un después, pues desencadenó reacciones muy dispares: recelo en algunas redacciones y entusiasmo entre los equipos más técnicos. Pese a las reticencias iniciales, la adopción de soluciones de IA se ha vuelto progresivamente inevitable, sobre todo en un contexto de transformación digital permanente que afecta a la publicidad, a la fidelización de audiencias y a la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos.

En 2024, grandes grupos de comunicación —entre ellos Reuters, Hearst y Vox— firmaron acuerdos millonarios para ceder contenidos a OpenAI, propietario de ChatGPT. Otros actores, como The New York Times, han optado por la vía legal, denunciando a OpenAI por supuesta infracción de derechos de autor. El documento describe esta situación como una “división” en la industria: por un lado, los “dealmakers” que buscan rentabilizar la IA y, por otro, los “resisters” que mantienen posturas más beligerantes.

Te puede interesar:   La competencia por la atención digital impulsa nuevas estrategias centradas en la audiencia: el ejemplo de Bloomberg

Tres grandes vías de adopción en 2025

El análisis identifica tres caminos principales que los medios están siguiendo en su relación con la IA:

  1. Foundation Building (iniciativas consolidadas). Se refiere a aquellas áreas en las que el valor de la IA está comprobado y los riesgos son limitados. Incluye la automatización de informes financieros (ejemplo de Associated Press desde 2014) o la generación de resúmenes deportivos y electorales (Heliograph de The Washington Post). La llegada de la IA generativa ha simplificado estos procesos, permitiendo que las redacciones accedan a modelos de lenguaje potentes a través de suscripciones asequibles.Las aplicaciones prácticas abarcan la transcripción, la traducción, la redacción de metadatos, la generación de publicaciones en redes sociales, los resúmenes de artículos y la producción de ilustraciones. El informe menciona a DevHub de Hearst como un caso concreto: su Assembly Meeting Monitor transcribe y resume las sesiones de audiencias públicas y alerta a periodistas sobre palabras clave. También se alude a la startup Nota, respaldada por Microsoft, que ofrece un conjunto de herramientas de IA capaces de sugerir titulares, metadatos, publicaciones en redes e incluso vídeos cortos basados en un borrador periodístico.
  2. Calculated Innovation (proyectos en fase de prueba). Este ámbito abarca desarrollos más ambiciosos como chatbots conversacionales especializados. El texto cita el caso de The Washington Post, que lanzó un chatbot de “Climate Answers” basado en dos décadas de coberturas ambientales, y de Spotlight PA, que creó un asistente para aclarar dudas sobre las elecciones en Pensilvania.La principal barrera es el fenómeno de las “alucinaciones”, es decir, respuestas inexactas generadas por la IA. Para mitigarlo, algunas redacciones emplean métodos como Retrieval-Augmented Generation (RAG), que consultan primero bases de datos internas antes de ofrecer una respuesta. El informe considera que, pese a los riesgos, estos chatbots podrían mejorar la interacción con los lectores, proporcionar experiencias más personalizadas y generar datos de utilidad para los medios. Además, podrían aportar nuevos modelos de negocio mediante anuncios dirigidos o suscripciones premium.
  3. Disruptive Game-Changing (propuestas radicales). En este nivel, la IA se abre paso hacia experiencias completamente nuevas. Se describen iniciativas como la voz sintética de Al Michaels, empleada por NBC para narrar contenidos personalizados durante los Juegos Olímpicos de 2024. En Polonia, una emisora llegó a reemplazar temporalmente a sus presentadores con voces de IA, aunque el experimento generó rechazo social. Otro ejemplo destacable es Google NotebookLM, un asistente virtual que genera resúmenes, responde preguntas y puede producir podcasts con voces sintéticas a partir de un material previamente cargado.El texto vislumbra tres escenarios disruptivos para 2025:
    • Escenario uno: chatbots de opinión. La clonación de la voz y el estilo de columnistas y presentadores podría crear chatbots y avatares que interactúen como estas personalidades, monetizando la relación con los usuarios. Algunas figuras mediáticas independientes, como Scott Galloway, han respaldado clones de sí mismos para ofrecer respuestas similares a sus apariciones habituales.
    • Escenario dos: bot de noticias totalmente conversacional. Se plantea la posibilidad de diálogos más profundos con la actualidad, superando los resúmenes básicos que hoy ofrecen dispositivos como Alexa. Una IA de voz avanzada podría contextualizar noticias, responder preguntas de seguimiento y proporcionar análisis históricos con gran realismo, incluso cambiando de idioma cuando se requiera.
    • Escenario tres: agentes AI. Se hace referencia a los agentes autónomos capaces de navegar por Internet, iniciar sesión en diversas plataformas y realizar compras sin supervisión directa. Para los medios, podría suponer una integración inmediata de la información con la posibilidad de gestionar reservas de viajes o restauración, añadiendo así nuevas fuentes de ingresos. No obstante, expertos en tecnología también alertan de los posibles problemas que estos agentes “inteligentes” podrían causar al eludir barreras de seguridad actuales.
Te puede interesar:   Así es WP Ventures: el nuevo proyecto de The Washington Post para expandir audiencias digitales y fortalecer la innovación

Reflexiones finales sobre el equilibrio entre innovación y rigor

El estudio concluye que el uso de la IA en el periodismo ofrece oportunidades en términos de eficiencia, personalización y rentabilidad, pero también plantea interrogantes sobre la fiabilidad y el papel de la intervención humana. La integración de estos sistemas exige combinar la tecnología con las habilidades periodísticas tradicionales (análisis crítico, criterio ético y narración cercana a la comunidad), de forma que la adopción de la IA no erosione la confianza del público ni la relevancia social de los medios.

La mirada de los autores sugiere que la ruta a seguir pasa por equilibrar la innovación con la integridad informativa. La IA podría convertirse en un pilar para la sostenibilidad de la prensa, siempre que se mantengan controles editoriales exigentes y se refuercen los valores esenciales de la profesión. El informe describe un panorama en el que la tecnología y el periodismo convergen hacia nuevas fórmulas de producción y consumo, sin olvidar el componente humano que ha caracterizado a la prensa desde sus orígenes.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí