La desinformación y la difusión de información falsa han escalado hasta ocupar un lugar prioritario entre los riesgos globales identificados en el informe de riesgos del Foro Económico Mundial de 2025. Este fenómeno, vinculado al rápido desarrollo tecnológico, no solo fomenta la polarización social, sino que también debilita las bases del periodismo y la comunicación global. La proliferación de tecnologías como la inteligencia artificial generativa ha amplificado el alcance de las campañas de desinformación, permitiendo la manipulación masiva de datos y narrativas con una velocidad y precisión sin precedentes.
El informe señala que las consecuencias de esta tendencia incluyen una creciente fragmentación de la sociedad, impulsada por la erosión de la confianza en las instituciones y los medios de comunicación. Según los expertos, las campañas de desinformación no solo alteran procesos electorales y decisiones públicas, sino que también amenazan la cohesión social al fomentar divisiones ideológicas y conflictos internos.
En este sentido, el Foro Económico Mundial destaca que el impacto de la desinformación trasciende las fronteras nacionales, planteando desafíos globales que exigen respuestas coordinadas y una mayor cooperación internacional.
Mark Elsner, director de la Iniciativa de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial, advierte en el informe que «la desinformación no opera de forma aislada; es un catalizador que exacerba otros riesgos, como la polarización social y la inestabilidad política». En este contexto, se hace un llamado a los gobiernos, empresas tecnológicas y medios de comunicación para que desarrollen estrategias conjuntas destinadas a frenar la propagación de noticias falsas y proteger la integridad de la información pública.
Además de la desinformación, el informe sitúa los conflictos armados entre estados como el principal riesgo global para 2025. Este factor ha escalado posiciones en la lista tras los conflictos prolongados en Ucrania, Oriente Medio y Sudán, que han generado un impacto sin precedentes en la estabilidad geopolítica. Asimismo, el cambio climático continúa dominando los riesgos a largo plazo, con fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de biodiversidad y transformaciones irreversibles en los ecosistemas como principales preocupaciones.
En un escenario global cada vez más fragmentado, el Foro Económico Mundial subraya la interconexión entre estos riesgos. Las tensiones geopolíticas y la crisis climática están profundamente vinculadas, lo que resalta la urgencia de coordinar acciones que aborden simultáneamente estos desafíos. Mirek Dusek, director general del Foro, enfatiza que «el equilibrio del sistema global está siendo tensionado como nunca antes», y advierte sobre las consecuencias de la inacción colectiva.