Las herramientas digitales hoy permiten a los periodistas y las periodistas contar historias con muchos recursos, más allá de las palabras. El Surtidor, medio independiente de Paraguay caracterizado por hacer periodismo visual, y VICE News, red internacional de contenido digital, son dos ejemplos de cómo producir contenido anclado en historias de impacto aprovechando las tecnologías y así conectar con audiencias jóvenes.
Para conocer de cerca cuáles son los recursos que usan en esas redacciones, Jazmín Acuña, cofundadora y editora de El Surtidor, y Miguel Fernández Flores, productor de campo sénior en VICE News, transparentaron sus claves en una charla web que organizó la Fundación Gabo a fines de octubre. En el encuentro también participó el periodista Jean-François Fogel, maestro y miembro del Consejo Rector de la Fundación, para conversar con ellos sobre “El reto de contar historias en entornos digitales”.
“Con la pandemia la gente pasa mucho más tiempo frente a su pantalla, lo que en mi opinión hace más potente el afán de contar historias; así que hay historias por todas partes”, planteó Fogel, asesor en transformación digital en medios de Francia.
“Ante el reto de contar historias, la cuestión es un afán de realidad y cercanía. Si se consigue esto, la cosa puede funcionar, y lo vemos con el éxito de los documentales, de historias que tienen la narración y la potencia de algo cierto”, señaló el periodista francés y dio lugar a las presentaciones de Acuña y de Fernández Flores.
El Surtidor: la combinación entre el rigor del reporteo y el poder de las imágenes
El Surtidor nació hace cinco años en Paraguay. Desde entonces, se caracterizó por contar historias con un fuerte componente visual. “Decimos que surtimos información precisa, desafiante y bella”, describió Acuña, cofundadora.
Lo que impulsó a sus tres creadores a lanzar este medio fue la necesidad que veían de acercarse y hablarle a los jóvenes de Paraguay. “Los medios tradicionales no les estaban necesariamente hablando a ellos en su cobertura, por sobre todo en el lenguaje o en la forma en la que hoy se comunica esta población joven”, indicó la panelista.
A la vez, se sumaba un fenómeno que se profundizó con la pandemia: la puja por la atención de las audiencias en Internet. “Hay todo tipo de información disponible al alcance de todos, basta con tener un celular. Es tan descomunal y tan grande el reto de captar la atención, y cómo hacer que los temas importantes lleguen a nuevas audiencias”, dijo.
A partir de esos dos desafíos, El Surtidor apostó por “combinar el rigor del reporteo con el poder de las imágenes”. “Así hace 5 años comenzamos a publicar piezas visuales en todas las redes sociales porque creemos que no es suficiente con informar; necesitas conmover y emocionar para tener la atención de la gente”, profundizó.
Señaló que se inspiran y se valen de imágenes que se encuentran en la cultura popular, en el cine, los memes, la industria del entretenimiento. “Todo con el propósito de tratar de captar la atención de audiencias jóvenes y transmitirles información valiosa para tomar decisiones”, enfatizó.
Al momento de pensar cómo aprovechar mejor los entornos digitales para, justamente, acercarse a esas audiencias y hacer periodismo como servicio público, tuvieron en cuenta un factor que limita a los usuarios para informarse. “Los paraguayos son exigentes con cómo utilizan sus paquetes de datos, pues son muy limitados”, contó.
Por eso, implementaron el scrollytelling. “Es un formato que consume pocos datos y permite que la persona navegue la información con un sencillo movimiento de pulgar. Este formato se ajusta a las condiciones de consumo de información de las audiencias más jóvenes a las que queremos llegar”, explicó.
Dio como ejemplo un scroll que hicieron el año pasado, que narra una historia sobre el conflicto con la tierra en Paraguay. “Combinamos texto con ilustraciones. Permite profundidad al tiempo que consume pocos datos”, detalló.
El reto de enfrentar la desinformación
En pandemia, el equipo de El Surtidor debió enfrentar un reto que se magnificó mes a mes: la desinformación. En el grupo de WhatsApp del medio, que tiene una lista con más de 5 mil suscriptores, empezaron a recibir mensajes con bulos e información dudosa calidad. “Nuestra audiencia nos pedía que les digamos si era cierto o no”, contó. Es que además de hacer reportajes extensos o más cortos, adaptados a carteles (al estilo de Pictoline), también verifican los hechos.
Así notaron cómo WhatsApp se convirtió en una de las plataformas predilectas para la circulación de desinformación. “Nos preguntamos qué hacer y la respuesta vino de la propia audiencia, que nos mostró la necesidad de recibir información precisa y verificada”, resaltó.
Como muchos bulos circulaban en formato de audios, El Surtidor hizo un podcast sobre coronavirus para WhatsApp, que distribuyen cada semana. El formato ya lo conocen, dado que producen sus propios podcasts. “Verificamos la información que la misma audiencia nos envía a través de este sitio de mensajería. Y le pedimos que comparta la información verificada que le enviamos en audios”, contó la editora.
Para el medio, los audios fue la forma de llegar a más audiencias de la forma más cercana. “Si la desinformación está en WhatsApp, tenemos que llegar ahí”, concluyó.
VICE News: las tres preguntas que dan vida a una historia
En este gran reto que representa la narración y el arte de contar las historias, Miguel Fernández Flores compartió la manera en que desde VICE News intentan hacer un hilo narrativo en una historia, desde la preproducción hasta la postproducción.
“Es un proceso que hacemos para todos los contenidos, ya sea televisión, vídeo o podcast. Todo comienza con una idea. Al proponer historias debemos resolver tres preguntas: ¿qué? (describe la historia), ¿y qué? (la importancia de la historia), ¿y ahora qué? (hacia dónde va la historia)”, especificó.
Saben que tienen una idea clara cuando pueden escribirla “en un par de oraciones”. “Es un elevator pitch, que es la capacidad de vender una historia en el transcurso de lo que dura un viaje en ascensor. Si tenemos la capacidad de condensar nuestra historia en dos o tres líneas, sabemos que tenemos una idea clara de lo que queremos hacer”, subrayó.
Mostró cómo desarrollaron la idea de un reportaje que hicieron a principio de año sobre el primer grupo de desplazados por violencia reconocido por el Estado mexicano. “El elevator pitch era: ‘Queremos entender las causas del desplazamiento interno en México, a partir del estudio del primer grupo de desplazados reconocidos por el Gobierno mexicano´”, graficó.
Con la idea clara y a partir de la investigación, hicieron un desarrollo de la historia por escrito mucho más amplio. También enumeraron las cosas que querían ver y las fuentes y los testimonios que irían a entrevistar. Para ese reportaje viajaron dos veces al Estado de Guerrero. Les llevó entre 7 y 8 días de filmación.
Trello, la plataforma donde se discute el flujo de la historia
Al volver, volcaron todas las ideas en la plataforma Trello, donde generalmente arman el mapa que comparten con el editor y el resto del equipo para conversar y discutir el flujo de la historia. “El tablero se convierte en una conversación entre el editor, el productor, el corresponsal, eventualmente los editores senior, las productoras ejecutivas, el equipo legal, siempre contestando a esas tres preguntas originales de la historia”, destacó. El vídeo publicado fue el resultado final a partir de esos 3 interrogantes y su desarrollo.
“Hace 10 años había una tendencia a tener todos los recursos multimedia. Nos dimos cuenta de que esa abundancia hacía que se perdiera la narración. Hoy en día hay una tendencia a hacer un solo producto, bien centrado, con un solo hilo”, valoró.
Cómo elegir el mejor formato para contar una historia
Jazmín Acuña y Miguel Fernández Flores coincidieron en que el formato para contar una historia depende del potencial del tema, su profundidad y su complejidad.
En El Surtidor todo lo que publican está acompañado de ilustraciones y sus historias están diseñadas principalmente para teléfonos móviles. “Funciona mucho mejor a la hora de difundir también, porque la historia llega a lugares que no llegaría de otra manera”, consideró.
En VICE intentan elegir el formato que mejor se adapte a la historia. “Nos preguntamos cómo queremos comunicarla. Dentro de los vídeos, por ejemplo, tenemos una variedad grande de recursos gráficos, que efectivamente se toma dentro del mismo formato”, explicó Fernández Flores.
La narración escrita es un complemento “importantísimo” en los vídeos que generan. Y como son piezas fáciles para traducir, les permite contar la historia a mayores públicos.
Recomendaciones para contar historias en entornos digitales
Jean-François Fogel (maestro de la Fundación Gabo)
“Hay que definir los procesos de trabajos y saber bien cuáles son las herramientas para aprovechar los recursos de una redacción.”
Jazmín Acuña (El Surtidor)
“A la hora de pensar en cómo superar los desafíos, muchas de las respuestas están en las audiencias. Hay que escuchar mucho a la gente, ver lo que consumen y dónde están. Y no temerle a los retos, ya que innovar es una parte de nuestro trabajo. Debemos ser flexibles para no quedarnos en formatos que con el tiempo se vuelven obsoletos.”
Miguel Fernández Flores (VICE News)
“Desde el punto de vista de la producción, debes tener muy claro desde el principio cuál es tu historia y sus flujos. Y no tenerle miedo a contar la historia que tú quieres, si tú crees que ese hilo narrativo está claro desde el principio.”
