Autor de la imagen: Skorzewiak / Depositphotos

La proliferación de la desinformación en la era digital representa una destacada amenaza para las democracias globales, según vuelve a poner sobre la mesa un reciente informe publicado por la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados de España. Este fenómeno, potenciado por el avance tecnológico y la digitalización, ha alcanzado una amplificación sin precedentes, afectando desde la salud pública hasta los cimientos mismos de las instituciones democráticas, sostiene la investigación.

El informe, que profundiza en las causas, impactos y posibles soluciones frente a la desinformación, destaca cómo este fenómeno no solo busca el lucro económico o la manipulación ideológica, sino que también se enmarca dentro de las denominadas “amenazas híbridas” que explotan las vulnerabilidades de las sociedades.

La desinformación se manifiesta de múltiples formas, complicando su identificación y combate. Su éxito no radica necesariamente en la creación de falsas creencias, sino en la capacidad de sembrar confusión y desconfianza, fragmentando el tejido social.

El contexto actual, marcado por una crisis de confianza hacia las instituciones y una creciente polarización, favorece la diseminación de teorías conspirativas y la reinterpretación de la relación con la verdad, llegando a extremos donde se niega la evidencia objetiva. Este escenario se ve agravado por un modelo de negocio digital que privilegia la captación de atención sobre la neutralidad informativa, haciendo uso de algoritmos y tecnologías de inteligencia artificial que amplifican el alcance de la desinformación, indica el informe.

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Necesidad de una respuesta coordinada que involucre a múltiples actores

Ante este panorama, el informe resalta la importancia de una respuesta coordinada que involucre a múltiples actores, desde las instituciones democráticas hasta las plataformas digitales, pasando por los medios de comunicación y la ciudadanía. La alfabetización mediática y digital emerge como una herramienta clave para fortalecer la resiliencia social ante la desinformación, promoviendo un comportamiento crítico frente a la información consumida.

Según recuerda el informe, la Unión Europea, mediante la reciente implementación de la Ley de Servicios Digitales, marca un paso adelante al establecer responsabilidades concretas para las plataformas digitales en la lucha contra la desinformación. Sin embargo, se subraya la necesidad de mayor transparencia y la implementación de estrategias nacionales que aborden de manera integral las múltiples dimensiones de este fenómeno.

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