App de The Economist. Imagen: Niemanlab

The Economist ha lanzado una nueva versión de su aplicación móvil con un objetivo claro: facilitar el acceso a sus contenidos y adaptarse mejor a los hábitos de lectura de suscriptores actuales y potenciales. El rediseño, que lleva un año en desarrollo, introduce por primera vez una estructura diferenciada entre días laborables y fines de semana, apostando por contenidos más breves durante la semana y formatos largos los sábados y domingos.

Durante los días laborables, la pestaña principal de la app da prioridad a una barra superior de titulares en formato horizontal, bajo el nombre “The World in Brief”, seguida de las últimas noticias del día y vídeos verticales. En los fines de semana, esta sección se relega a una posición secundaria para destacar piezas de análisis en profundidad, columnas de opinión y reportajes culturales. Además, se incorpora una pestaña específica para las historias destacadas de la edición impresa semanal.

“El consumo de contenido entre semana suele darse en momentos como los desplazamientos o pausas breves, así que seleccionamos textos más cortos”, explicó el presidente de The Economist, Luke Bradley-Jones, recoge Niemanlab. “El fin de semana, en cambio, apostamos por una experiencia más pausada e inmersiva.”

El rediseño responde también a la necesidad de mejorar la retención de suscriptores. Según Bradley-Jones, una de las principales causas de cancelación es la dificultad para encontrar contenidos dentro de la app, que hasta ahora mostraba las secciones apiladas sin una estructura clara. La nueva interfaz permite navegar por secciones con desplazamientos horizontales, mientras que los artículos se exploran verticalmente, reduciendo así la fricción para acceder a los contenidos.

El uso de la aplicación ha sido clave para el crecimiento de la publicación: en el año cerrado en marzo de 2025, la app registró más de 270 millones de visitas activas, frente a los 239 millones del año anterior. El 85 % de los nuevos suscriptores acceden exclusivamente por canales digitales, según datos de la compañía.

Además del rediseño, la app ya había incorporado en marzo una pestaña dedicada a vídeos verticales, tras detectar un aumento significativo de consumo de este formato en redes sociales como Instagram, TikTok o YouTube. “Nuestros vídeos de uno a tres minutos estaban funcionando bien fuera, pero no facilitábamos su acceso dentro de nuestra propia plataforma”, señaló Bradley-Jones.

Con estos cambios, The Economist busca consolidar su presencia digital y reforzar su posición como medio de referencia no solo para el análisis del fin de semana, sino también como fuente informativa de consulta diaria.

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