Manuel Martín Carrasco (izquierda), presidente de la SEPSM, y Mariano Caballero, presidente de la FORTA. Foto: web de la SEPSM

La Federación de Organismos de Radiotelevisión Autonómica (FORTA) y la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) han elaborado un decálogo destinado a mejorar el tratamiento de la salud mental en los medios de comunicación. Este conjunto de recomendaciones busca orientar a periodistas y profesionales de las entidades miembros de FORTA en la cobertura de temas relacionados con la salud mental.

Luis Caballero, coordinador del decálogo en la SEPSM, ha enfatizado la importancia de evitar generalizaciones y el uso de un lenguaje correcto y no excluyente. El decálogo también aconseja desvincular los asuntos psiquiátricos de la crónica de sucesos y considerar la vulnerabilidad de los pacientes psiquiátricos sin sobredimensionar sus limitaciones. Una recomendación clave es evitar la falsa asociación entre enfermedad mental y violencia.

El presidente de la SEPSM, Manuel Martín Carrasco, ha destacado el incremento de trastornos relacionados con la salud mental en España, especialmente tras la pandemia de la Covid-19. Ha incidido en la necesidad de una mayor implicación de los medios públicos en la sensibilización sobre estos problemas y en el uso correcto del lenguaje para evitar estigmas y presentaciones sensacionalistas.

Mariano Caballero, presidente de FORTA, ha defendido la iniciativa como una ayuda para los informadores en su labor, contribuyendo al mismo tiempo a aliviar la problemática de la salud mental mediante un lenguaje preciso y libre de prejuicios. Ha subrayado el compromiso de la federación con el bienestar social y la salud mental como parte de este objetivo.

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Decálogo

  1. Procura estar bien informado a través de fuentes psiquiátricas serias, fiables y actualizadas. Los trastornos psiquiátricos tienen una naturaleza muy heterogénea en términos de importancia y gravedad (consulta las referencias APA/DSM5 y WHO/CIE11). Evita generalizaciones abusivas o sin comprobar. Evita propagar estereotipos, prejuicios y falsas creencias, así como reproducir falsos tópicos sociales.
  2. Si no es imprescindible, aleja los asuntos psiquiátricos de la crónica de sucesos. No prejuzgues la causa del hecho centrando la información en la enfermedad mental, muestra todas las circunstancias contextuales. Evita titulares morbosos.
  3. Utiliza un lenguaje y una terminología correctos y no excluyentes. Si lo necesitas, hazte con un glosario fiable de signos y de síntomas. Evita etiquetas, estigmatizaciones, presentaciones sensacionalistas y términos peyorativos (“perturbado”, trastornado”, “loco”…). Los jóvenes son especialmente vulnerables a la estigmatización psiquiátrica.
  4. No solo las palabras importan. Cuida también la idoneidad y la oportunidad de las imágenes que utilizas (consulta la referencia BPS). No mezcles la salud mental con otros tipos de discapacidades o enfermedades para ilustrar las informaciones.
  5. Ten en cuenta la vulnerabilidad de los pacientes psiquiátricos, pero no sobredimensiones sus limitaciones. Destaca debidamente los aspectos positivos de las personas con problemas mentales. Respeta sus variantes de pensamiento o conducta (no siempre derivan de patologías: con frecuencia son solo diferencias socioculturales o de neurodiversidad).
  6. Respeta y protege la vida privada de los pacientes, sus familiares y allegados. Los pacientes psiquiátricos son sujetos de los mismos derechos que otros ciudadanos (incluido el derecho al secreto médico y al anonimato). Habla de ellos en primera persona (por ejemplo, “pacientes con esquizofrenia o depresión”) y no en tercera (“esquizofrénicos” o “depresivos”), sustantivando su condición solo conseguirás etiquetar y estigmatizar a la persona.
  7. Aprovecha tu trabajo para dar información buena y veraz sobre el trastorno o enfermedad de que se trate. Da voz a los especialistas, pero también a los afectados y a sus allegados. Apoya la recuperación de los pacientes y la lucha por sus derechos. Evita una visión lastimera y que despierte compasión o paternalismo.
  8. Evita el uso metafórico de las enfermedades mentales para referirte a la actualidad (por ejemplo, las políticas “esquizofrénicas” o “demenciales” de tal o cual partido, etc.). Por cierto: evita el uso político tendencioso de la psiquiatría o de la salud mental (hasta donde se sabe, ha servido de poco).
  9. Informa de modo responsable cuando tengas que hacerlo sobre el suicidio.
  10. Recuerda: la asociación enfermedad mental-violencia contra otros es falsa (aunque siempre habrá quien la desorbite). El riesgo de violencia se asocia más a la psicopatía. La generada por pacientes psiquiátricos es minoritaria y la realidad es más bien la contraria: algunos pacientes psiquiátricos se autolesionan o suicidan. Y no pocos son víctimas de la violencia o el maltrato de terceros.

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