ChatGPT, uno de los exponentes más populares de la IA generativa. Foto: Depositphotos.

Rasmus Kleis Nielsen, director del Reuters Institute, ofrece en un reciente análisis que ha realizado una perspectiva sobre cómo podría configurarse el ecosistema informativo en la era de la inteligencia artificial generativa (IA).

Nielsen destaca que, aunque las discusiones sobre la IA tienden a centrarse en startups y grandes empresas tecnológicas, el verdadero motor de cambio será la demanda efectiva del público. A lo largo de los años, tecnologías prometedoras como blockchain/Web3, el “Metaverso”, altavoces inteligentes operados por voz y la realidad aumentada/virtual han requerido de una demanda pública para transformarse realmente en innovaciones disruptivas.

Desde la perspectiva de la demanda pública, Nielsen sugiere que la aproximación más probable por parte del gran público podría describirse como un “pragmatismo hacia la IA”, caracterizado por una preocupación abstracta sobre el impacto social de la IA, un escepticismo generalizado hacia las instituciones que la implementan y, sin embargo, una valoración práctica de las herramientas que la utilizan cuando los beneficios son claros tanto personal como socialmente. Este enfoque refleja cómo el público ha recibido tecnologías digitales previas, como el internet comercial, los motores de búsqueda y las redes sociales.

Para los periodistas y los medios de comunicación, reconocer este escepticismo y pragmatismo es crucial, sostiene. A pesar de la abundancia de contenido genérico y la percepción de las noticias como un commodity en muchos casos, la integración de la IA generativa en productos ya ampliamente utilizados —como software de productividad, motores de búsqueda y redes sociales— puede ofrecer oportunidades para innovar y diferenciarse.

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En el lado de la oferta, Nielsen diferencia entre el “experimentalismo de la IA” y el “incrementalismo de la IA”. Mientras que el primero puede conducir a innovaciones disruptivas por parte de plataformas establecidas y nuevos actores, el segundo refleja un enfoque más defensivo por parte de los editores, quienes buscan utilizar la IA para optimizar costes y personalizar el contenido. Sin embargo, esta estrategia podría llevar a una mayor comoditización de las noticias, reduciendo aún más su valor comercial y relevancia social.

El desafío para el periodismo y los medios de comunicación será definir qué los distingue en un entorno informativo cada vez más saturado, aprovechar la IA para crear experiencias de información más personalizadas y participativas, y resistir la tentación de usar la IA simplemente como una herramienta para reducir costes.

El análisis de Nielsen sugiere que, aunque la IA generativa no transformará el periodismo de la noche a la mañana, su integración incremental y la evolución de las expectativas del público modelarán profundamente el futuro del ecosistema informativo. Los medios de comunicación que logren adaptarse y aprovechar estas tecnologías para reforzar su misión periodística podrán encontrar nuevas vías para reafirmar su relevancia y valor en la era digital.

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