El pasado viernes, con motivo de la festividad de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) publicó una declaración en la que advirtió sobre los principales desafíos que enfrenta la profesión en la actualidad. La polarización política, la desinformación y la precariedad laboral fueron señaladas como las principales amenazas para el periodismo.
Según la FAPE, la polarización en los medios de comunicación y el uso del periodismo como vehículo de desinformación han generado una pérdida de credibilidad en la profesión. El último Informe de la Profesión Periodística, publicado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), reflejó cómo esta situación impacta negativamente en la calidad e interés de la información, una tendencia que, lejos de reducirse, continúa en aumento. La FAPE subrayó la necesidad de erradicar prácticas como la filtración en las redacciones, que atentan contra los principios de veracidad, rigor y honestidad, fundamentales en el ejercicio periodístico.
En su comunicado, la federación denunció varios episodios recientes en los que activistas acreditados como periodistas interfirieron en ruedas de prensa, obstaculizando el trabajo informativo y confundiendo los límites entre el activismo y la labor periodística. Ante estos incidentes, la FAPE solicitó al Congreso de los Diputados una revisión del reglamento de concesión de acreditaciones con el objetivo de garantizar el respeto a los profesionales de la información.
Otro de los puntos destacados en la declaración fue la amenaza que representa la desinformación para la democracia. La FAPE recordó la aprobación, el pasado mes de mayo en el Parlamento Europeo, del Reglamento sobre la Libertad de los Medios, cuyo objetivo es proteger la independencia de los medios de comunicación frente a las grandes plataformas digitales. En respuesta, el Gobierno español presentó en septiembre el Plan de Regeneración Democrática, una iniciativa que la FAPE valoró positivamente siempre que garantizara la independencia de los medios y respetara los principios de transparencia y veracidad.
La federación insistió en que el periodismo debe desempeñar un papel fundamental en el fortalecimiento de la democracia, resistiendo cualquier intento de injerencia o manipulación. Para ello, consideró imprescindible contar con medios independientes, rigurosos y plurales, que operen bajo normas editoriales claras y códigos éticos sólidos. Asimismo, resaltó la importancia de abordar la precariedad laboral que afecta al sector, una situación agravada por la transformación digital y la disminución de ingresos publicitarios.
Por último, la FAPE reiteró la necesidad de fomentar la educación mediática desde edades tempranas para que la sociedad pueda distinguir entre información veraz y noticias falsas. La organización instó a los gobiernos a incluir la alfabetización mediática en los programas educativos como una herramienta clave para fortalecer el pensamiento crítico de los ciudadanos desde la infancia.