La Administración de Donald Trump ha anunciado que creadores de contenido en redes sociales, periodistas independientes y podcasters podrán solicitar acreditaciones para asistir a las ruedas de prensa en la Casa Blanca. La medida, presentada por la nueva secretaria de prensa, Karoline Leavitt, busca ampliar el acceso informativo a formatos alternativos y canales digitales con gran audiencia en Estados Unidos.
Según justificó Leavitt en su primera comparecencia, la decisión responde a la evolución del consumo de noticias, especialmente entre los más jóvenes, que han dejado de seguir medios tradicionales en favor de plataformas como podcasts, blogs y redes sociales. “Queremos abrir la sala de prensa a voces que reflejen mejor la diversidad de fuentes informativas que consultan millones de estadounidenses”, afirmó la portavoz.
Para ello, se habilitará un nuevo espacio denominado “el asiento de los nuevos medios”, ubicado en la fila lateral de la sala de prensa, que hasta ahora era utilizada por asistentes y personal de la secretaría de prensa. Este cambio no afectará los 49 asientos reservados para los grandes medios estadounidenses, como Associated Press, The Washington Post o The New York Times, pero sí otorgará presencia a estos nuevos actores en la comunicación política.
La medida ha generado reacciones diversas en el sector periodístico, ya que supone un cambio en el acceso a las conferencias oficiales y en la relación entre el gobierno y los medios. Además, Leavitt anunció la restauración de las credenciales de prensa para 440 periodistas cuyas acreditaciones fueron revocadas durante la Administración de Joe Biden.
La sala de prensa de la Casa Blanca, conocida como James S. Brady Press Briefing Room, se ha mantenido como un espacio central de la comunicación gubernamental en Estados Unidos.