Existen pocas instancias de encuentro para que directivos de las universidades más importantes se reúnan a pensar cómo formar a los periodistas y comunicadores del futuro. Por eso, cuando los organizadores de Media Party University extendieron la convocatoria, el auditorio se colmó de asistentes.

Sucedió en el marco de la 12º Media Party en Buenos Aires, Argentina, la conferencia de innovación en medios más grande de América Latina donde periodistas, diseñadores, emprendedores y expertos en tecnología dialogan y presentan desarrollos con impacto en el ecosistema de medios.

Pero este encuentro no fue el primero. Florencia Figar Laborde, project manager del evento universitario, cuenta el breve historial: “El año pasado, Natalí Schejtman, de la Universidad Di Tella, nos propuso hacer un workshop sobre Design Thinking para la carrera de comunicación en el futuro. ¿Cómo tendría que ser esa carrera? ¿Qué tipo de profesionales tendría que formar? Esa fue la prueba piloto que dejó en evidencia una necesidad de la academia”. 

Luego vino un segundo encuentro para inducir a los estudiantes a pensar en términos de innovación. Para tal fin se organizó una Hackatón: “Teníamos miedo de que no traigan proyectos, de que no les resultara interesante trabajar en un equipo articulado entre estudiantes de las carreras de Tecnología, de Ciencias Sociales y Diseño, pero nos sorprendimos gratamente cuando vimos la cantidad y calidad de los proyectos presentados” 

Este fue el tercer encuentro, en el marco de la Media Party, con la asistencia de Sabrina Bianchi, de la Universidad ORT de Uruguay,  Fernando Morales Brunet de la Universidad Diego Portales de Chile y los locales Natalí Schejtman de la Universidad Di Tella, Julio Alonso, de la Universidad de Buenos Aires, Hernán Cappiello en representación de la Universidad Católica Argentina, Eugenia Mitchelstein, de la Universidad de San Andrés y José Crettaz, de la Universidad Argentina de la Empresa.

El panel de expertos se centró en intercambiar experiencias y reflexiones en torno a la premisa “Prácticas en construcción y habilidades emergentes de los comunicadores del futuro”. 

Quien rompió el hielo fue Eugenia Mitchelstein, co-directora del Centro de estudios sobre Medios y Sociedad de la Universidad de San Andrés: “Lo más interesante como docente es estar en ese vértice entre lo que los estudiantes saben y lo que no saben del entorno digital y convertirnos en traductores entre esos dos mundos: el de la academia y el de las innovaciones y el periodismo”, aseguró. 

Siguió el turno de José Crettaz, director de las Licenciaturas en Gestión de Medios y Entretenimiento y en Ciencias de la Comunicación de la UADE, que señaló algunos cambios necesarios como prioritarios: “Innovación, industria y academia tienen que funcionar simultáneamente. Todos nosotros tenemos la responsabilidad de desacartonar el mundo académico y actualizarlo

Por su parte, Sabrina Bianchi, directora del Máster en Creatividad, Innovación y Comunicación de la Universidad ORT Uruguay, afirmó: “La academia tradicional premia a quien hace lo correcto y eso se da de bruces con la innovación, porque la innovación nace de ensayo y de error. De hecho, los más innovadores en otras latitudes se jactan de la cantidad de errores que cometieron, y eso significa aprendizaje vivido. La academia tendría que ver el error como una oportunidad de aprendizaje y evolución del proceso creativo.” 

Natalí Schejtman, coordinadora de la orientación en Comunicación y Periodismo de la carrera de Ciencias Sociales en la Universidad Torcuato Di Tella, se refirió a aquella primera experiencia, germinal de este espacio de intercambio: “Para integrar la innovación en la universidad convocamos a una Hackatón abierta a todos los estudiantes universitarios. Allí descubrieron que se enriquecían en el intercambio con compañeros de otras carreras con las que, a priori, pensaban que no tenía nada que ver. Lo interdisciplinario, la capacidad de hablar diferentes idiomas y la flexibilidad es una de las líneas que estamos explorando.

Representando a la universidad pública desde la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, Julio Alonso aseguró: “Un punto de partida para amigar la industria, la profesión, el espacio académico y la investigación es trabajar la creatividad y la formación.

Fernando Morales Brunet, director de la Escuela de Periodismo en la Universidad Diego Portales, Chile, recuperó el proyecto Vergara 240, una plataforma de contenido en la cual participan aproximadamente 100 alumnos con el objetivo de hacer periodismo de excelencia: “Con este proyecto demostramos que las buenas historias logran ser motivadoras de innovación porque los estudiantes han tenido que desarrollar un storytelling, visualización de periodismo de datos, formatos para redes sociales y audiovisuales.”

Cuando fue el turno de Hernán Cappiello, director del Departamento de Ciencias de la Comunicación y Periodismo de la Universidad Católica Argentina (UCA), el vínculo entre periodismo y universidad quedó plasmado en esta propuesta: “Podemos aplicar el concepto de fuente abierta que usamos los periodistas no sólo para las cátedras, sino para las carreras, y que el foco sea la capacidad de los alumnos de poder construir su propia formación a partir de las propuestas que hace la universidad. Por supuesto, también recuperar el concepto de “prueba y error”, tan cercano a la innovación. Y, por último, entender que nuestra misión en la universidad no tiene que ver con el saber enciclopédico sino con la capacidad de hacer de los estudiantes.”

Las competencias del futuro en una nube de palabras colaborativa

Fiel a una propuesta innovadora e intentando evitar un panel expositivo, de académicos que explican “cómo son las cosas”, llegó el turno de participar: todos los asistentes, celular en mano, aportamos un concepto, una idea, una competencia que se requerirá del comunicador del futuro. Segundos después el mapa semántico quedó armado: creatividad, flexibilidad, empatía, curiosidad, versatilidad, ética, innovación y más.

Luego, cada expositor fue seleccionando algunas de esas habilidades para cerrar el encuentro. Morales Brunet fue determinante: “Ante el aumento de herramientas digitales posibles, la diversidad de fuentes sospechosas y el escaso chequeo de datos, yo creo que la ética y la rigurosidad son habilidades que deberían diferenciar nuestro trabajo”. Por su parte, Julio Alonso fue un poco más provocador al hacer alusión a la formación docente: “Si queremos creatividad en los estudiantes, enseñemos creatividad y dejemos de pedirla sin saber cómo transmitirla”. 

José Crettaz también se explayó en ese sentido: “Tenemos la responsabilidad de desacartonar el mundo académico. Las universidades tenemos que salir a buscar a esos innovadores, tal vez a los que ya son los veteranos de la Media Party, y convertirlos en docentes.” 

El tiempo destinado al evento llegó a su límite y, entre aplausos y selfies, se percibe un clima de renovación en el aire. Hay interés, hay profesionales dispuestos a seguir formando a las nuevas generaciones, hay -sigue habiendo- preguntas. Y una certeza, desarrollada por Sabrina Bianchi: “Las barreras disciplinares se están cayendo en nuestras caras y la academia tiene que definir qué va a enseñar pero también qué no va a enseñar. Creo que este es el mejor momento de la historia para estudiar Comunicación.”

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