2024 es el séptimo año en que el newsletter Arepita llega todas las mañanas al correo electrónico de miles de suscriptores que les interesa lo que ocurre en Venezuela. Es la manera que encontraron para mantenerse lejos del ruido informativo y de la desinformación que abunda en el ecosistema digital.
“Es una comunidad, en general, creativa, diversa en edad y status socioeconómico, empática, y quiere construir y conectarse de una manera más saludable con la venezolanidad, ya sea dentro o fuera de Venezuela”. Así describe la periodista venezolana Dariela Sosa a la audiencia del boletín informativo gratuito, que fundó el 13 de marzo de 2017 y que, desde entonces, busca llenar los vacíos informativos y combatir la censura periodística que existe en ese país.
Ser creativos en el diseño de la experiencia de consumo de noticias; editar de manera minuciosa contenido propio y de curaduría; usar un lenguaje cercano, coloquial y divertido; y alimentar día a día la relación con su público, son los ingredientes que proporcionan el éxito de Arepita.
Con una cobertura que va desde temas políticos y económicos hasta acontecimientos de la cultura pop venezolana, el newsletter recibió el galardón a la “Excelencia en newsletters” en los Premios de Periodismo en Línea 2023 (OJA, por su sigla en inglés), que entrega la Online News Association.
El equipo multidisciplinario que está detrás de este producto trabaja desde distintos países: cinco personas están en Venezuela, una se encuentra en Estados Unidos, y dos viven en España.
Para abril de 2024 Arepita tenía 60.000 suscriptores, con un Open Rate promedio mensual del 32%.
Desde Madrid, Sosa explica cómo lograron transformar el newsletter en un medio de comunicación especializado en boletines informativos. También cuenta cómo hacen para mejorar el engagement, comparte los usos que hacen de la inteligencia artificial, y precisa los desafíos que enfrentarán este año, marcado por las elecciones presidenciales.
(P) ¿Por qué nació Arepita?
(R) Arepita nació por dos razones. La primera, me preocupaba una censura creciente en Venezuela tanto en medios tradicionales como en páginas web (NTN24, el canal de televisión en donde trabajaba, se había prohibido en territorio venezolano, al igual que CNN y DW). Entonces me parecía que era necesario generar algún tipo de solución digital para sortear la censura.
Y la segunda razón: quería cuidar la dieta informativa de los venezolanos. Hemos estado expuestos a crisis político-económicas, violaciones de DDHH, migración masiva, hiperinflación, polarización y otros conflictos de manera prolongada. La respuesta de muchas personas es: prefiero no leer noticias por mi salud mental.
Por eso Arepita intenta mantenerte informado teniendo en cuenta la experiencia emocional generada al leer las noticias. Cuidamos la experiencia de consumo de noticias: sin edulcorar lo que pasa, pero tratando de dejar siempre un buen sabor de boca al terminar de leer el newsletter. Para eso nos apalancamos en periodismo de soluciones, humor, creatividad y referencias históricas.
(P) ¿Por qué te decidiste por el formato ‘newsletter’?
(R) Por varias razones:
- El email es una herramienta accesible y con gran penetración.
- Un email es necesario para hacer trámites, para recibir notificaciones.
- La mayoría de la gente, una vez que ya es adulta, mantiene el mismo email durante toda la vida.
- El buzón de correo no es una red social que pasa de moda, cambia de dueños o cambia el algoritmo.
- La base de datos que construyes éticamente es tuya, y si un día quieres cambiar de servicio de email marketing (por ejemplo, Mailchimp a beehive), puedes hacerlo sin problema.
- Y sobre todo: el email es una herramienta difícil de censurar (bloquear la página de Gmail en territorio venezolano, por ejemplo, sería impráctico y traería muchos problemas).
(P) ¿Cuántas personas forman el equipo de Arepita? ¿Qué perfiles tienen?
(R) Somos ocho personas. El CEO, la directora editorial, el editor creativo, el coordinador general, las dos redactoras, la diseñadora, y yo, que soy la presidenta de la junta directiva y fundadora.
La mayoría somos periodistas. Pero el CEO es economista y el coordinador general, aunque periodista, se encarga al menos 50% de su tiempo a ventas y seguimiento de nuestra área de consultoría.
(P) Teniendo en cuenta que trabajan desde tres países distintos, ¿cómo es la dinámica de trabajo? ¿Es un trabajo más bien colaborativo?
(R) ¡Muy colaborativo! Hacemos reuniones editoriales una vez a la semana. Usamos distintos grupos de WhatsApp para mantenernos en contacto (intentamos hacerlo con Slack un tiempo, pero no todo el equipo se adaptaba igual). Dos personas trabajan en el boletín en la noche, y una o dos en la mañana antes de enviarlo. Ante cualquier duda que surja, también vamos al WhatsApp.
(P) ¿Con qué desafíos editoriales, de alcance y audiencia, tecnológicos y económicos te encontraste cuando lanzaste el newsletter? ¿Qué fue lo más difícil de resolver?
(R) La verdad es que lancé pequeño: abrí una cuenta gratuita de Mailchimp (NdR: hoy usan beehiiv) y lo lancé con un post de Facebook. Me acuerdo que se suscribieron 113 personas a partir de ahí.
Y luego empecé a construir equipo con las personas que me escribían que les gustaba lo que estaba haciendo. Una compañera de universidad (Laura Solórzano), un amigo del barrio de mi infancia (Federico Santelmo), y así…
En ese momento, seguí trabajando en NTN24 al menos un año, y hacía las dos cosas simultáneas. Cuando abrimos el Patreon, empezamos a compensar a dos colaboradores por su tiempo parcial.
En cuanto a la audiencia, hicimos alianzas con organizaciones con las que compartimos valores, editores invitados, fuimos a entrevistas en medios de comunicación o con influencers en Social Media. Hoy los nuevos lectores suelen llegar por recomendación de alguien más o por redes sociales.
(P) Siete años después, cuando en Venezuela aún hay censura y el periodismo ve amenazadas sus libertades, ¿a qué retos se enfrentan? ¿Cómo buscan abordarlos?
(R) Yo estudié periodismo en una democracia imperfecta y me tocó ejercer mientras en Venezuela se consumaba un gobierno autoritario. El pacto con la profesión ha ido cambiando, lo hemos tenido que firmar varias veces. El reto es mantener el ánimo del equipo con esto a largo plazo en un régimen autoritario. Pensar en por qué tiene sentido esto a pesar de las dificultades y cuando no vemos una oportunidad de cambio estructural de régimen a corto plazo.
(P) ¿Hay algún otro reto que también impacta en la sostenibilidad y la evolución del medio? ¿La desinformación, la crisis económica, la pelea por la atención de las audiencias, los avances tecnológicos (sobre todo la inteligencia artificial)?
(R) La disrupción del modelo de negocio del periodismo nos sigue afectando. La consultoría (nuestra fuente de ingresos principal) nos gusta pero también nos quita tiempo para hacer más periodismo.
La desinformación es una “oportunidad” para nosotros, porque a la gente le resulta útil un resumen verificado de lo que pasó y con fuentes variadas y confiables.
(P) ¿Cuál fue la utilidad informativa que le encontraron los lectores a Arepita? Y hoy, en el contexto actual que vive Venezuela (las elecciones presidenciales están previstas para el 28 de julio próximo), ¿qué buscan los lectores en el boletín?
(R) Buscan información verificada, dieta informativa nutritiva y sentirse acompañados.
(P) Según explican en el sitio, “arepita” es el diminutivo de “arepa”, un plato típico venezolano que se consume usualmente en el desayuno (como las noticias). El tono y el estilo que tiene Arepita lo convierte en un boletín único, creativo y cercano. ¿Cómo idearon su estructura (relleno, masa y concha)? ¿En la creatividad encontraron el diferencial del producto informativo?
(R) El relleno es el resumen informativo; la masa es un tema en donde merece la pena hacer foco; y la concha (“cáscara”) es un dato sorprendente, histórico, jocoso o inspirador que sirve para que la lectora o el lector termine con un buen sabor de boca.
Definitivamente la creatividad es lo que nos distingue y es lo que hace que generemos un hábito de lectura.
(P) ¿Qué espacio hay que darle a las ideas y al ‘prueba y error’ hasta llegar al producto innovador, sobre todo en estos tiempos en los que abundan las herramientas tecnológicas?
(R) Con tantas herramientas tecnológicas hoy, hay espacio para hacer experimentos sencillos, cortos, y medir si conectan con la comunidad o no. Puedes ser abierto con tu comunidad, decirle que estás probando X y que te den feedback.
(P) Además de la calidad periodística y la creatividad, ¿qué aspectos fueron claves para que Arepita se convirtiera en un producto editorial exitoso?
(R) Una de las cosas que nos diferencia es que al menos tres y muchas veces cuatro personas leen el newsletter antes de que salga publicado. Tiene mucha edición: para que cada palabra cuente, y para sorprender a los lectores. Cada edición es útil y es un placer leerla.
(P) ¿Cómo participa la audiencia en el proceso de mejora del producto?
(R) Tratamos de abrir canales sencillos para la participación de la audiencia. Por ejemplo, tenemos un grupo de Whatsapp llamado “Arepanitas” (un “pana” es un amigo en slang venezolano), en donde preguntamos sugerencias de temas e incluso publicamos opciones de subjects 10 minutos antes de publicar el boletín.
La tecnología te da la oportunidad de tener feedback voluntario, opcional, de una audiencia no periodista muy rápido y de manera casi gratuita.
(P) ¿Cuántos suscriptores tiene el newsletter?
(R) Hemos registrado alrededor de 60.000 suscriptores para abril de 2024. Se han suscrito más de 105.000 personas en siete años, pero vamos limpiando la lista cuando la gente deja de consumirla. Si alguien no ha abierto la Arepita en tres meses, le mandamos un email avisando que, a menos que responda, lo vamos a desuscribir. Y, por supuesto, siempre se puede volver a suscribir.
(P) ¿Cómo encontraron a su público? ¿Las redes sociales y plataformas de mensajería los ayudaron en esa búsqueda?
(R) Aquí hemos sido poco ortodoxos: dejamos que el producto atraiga a quienes conecten con él. Las redes sociales y WhatsApp siempre las hemos usado como embudo para que la gente se suscriba al newsletter. No son un fin en sí mismas. Y eso nos ha ayudado a mantenernos muy consistentes, a enfocar los esfuerzos y los recursos, que siempre son escasos para todo lo que hay que hacer.
(P) ¿Cómo se relacionan con su comunidad? ¿Creen que la conversación es un elemento fundamental para afianzar la relación y mantener la fidelidad de los lectores?
(R) Absolutamente. Hacemos encuestas, leemos los correos que nos envían. El periodista debe destinar al menos dos horas a la semana a leer y responder inquietudes de la comunidad. Sólo así estamos realmente sintonizados, conversando. Y este tiempo, por supuesto, está contemplado dentro del horario de trabajo.
(P) ¿Cómo miden el impacto de las publicaciones? ¿A qué métricas les prestan atención?
(R) Le prestamos atención al open rate, click rate y, sobre todo, a los impactos cualitativos que podemos recopilar a través de encuestas o testimonios de cómo hemos podido mejorar puntualmente la vida de las personas.
(P) ¿Cómo se financia Arepita? ¿En qué momento el proyecto comenzó a ser sustentable?
(R) Hemos probado al menos seis fuentes de ingreso. Hoy aproximadamente el 60% de nuestros ingresos vienen a través de la consultoría con medios u organizaciones con los que compartimos valores y no tenemos conflicto de interés. Conceptualizamos, hacemos estrategia, diseñamos, operamos newsletters en el 75% de los casos.
Luego, un 25% es de aplicaciones a grants y otro 15% de patreons y donaciones puntuales de la comunidad en fechas especiales.
Arepita empezó a ser sustentable al tercer año. Pero lamentablemente hay fluctuaciones, no te puedo decir que estamos 100% tranquilos. Suponemos que mientras más diversificados, y tengamos más clientes en el área de consultoría, mejor.
(P) ¿Qué objetivos se plantearon concretar en 2024? ¿Lanzarán algún proyecto nuevo?
(R) Estamos experimentando con coberturas innovadoras del proceso electoral en Venezuela. Cubriendo con más profundidad la crisis migratoria en países fronterizos como Brasil y Colombia.
Hasta ahora es exploratorio: usamos la versión paga de ChatGPT para sintetizar contextos de noticias (por ejemplo, resumir lo que pasó en 10 años con el Consejo Nacional Electoral) o incluso generar prompts o metáforas creativas. Por cierto, los contenidos casi siempre los cargamos nosotros (por ejemplo, ediciones previas de Arepita), debido a que el conocimiento de ChatGPT de Venezuela no es muy específico.
Asimismo, estamos aprendiendo a usar inteligencia artificial como copiloto creativo para optimizar los esfuerzos y decidir mejor. Esto está aún en fase de aprendizaje. Pero nos gustaría, por ejemplo, automatizar el calendario de efemérides de Venezuela o fechas históricas para facilitar la decisión de si lo usamos o no para una edición del newsletter o redes sociales.
Por el momento, convertimos algunas de nuestras masas en Reels para aumentar el alcance en Instagram.
(P) Según el último reporte del Instituto Reuters, los boletines son el segundo formato al cual le dedicarán más recursos los medios este año. De crear un newsletter, ya sea un medio de comunicación o un periodista independiente, ¿dónde debería poner el foco?
(R) Creo que vale la pena si estás pensando construir una comunidad poco a poco. Siempre recomiendo hacer entrevistas de descubrimiento de cliente y comenzar en chiquito. Experimentar, ajustar… Si no funciona, siempre puedes ajustar o pausar, y si ves que vas por buen camino, seguir y escalar.