OpenAI ha emitido un comunicado en respuesta a la demanda interpuesta por The New York Times, en el que sostiene que las acusaciones presentadas carecen de fundamento.
En su declaración, OpenAI destaca cuatro puntos clave para explicar su postura y sus operaciones. En primer lugar, destaca su colaboración con organizaciones de noticias y la creación de nuevas oportunidades. Insiste en que han mantenido reuniones con diversas entidades periodísticas y organizaciones líderes de la industria, como la News/Media Alliance, para explorar oportunidades y abordar preocupaciones, con el objetivo de apoyar un ecosistema de noticias saludable y ser un buen socio.
El segundo punto aborda la cuestión del uso justo en la formación de modelos de IA. A este respecto, OpenAI argumenta que el entrenamiento de modelos de IA utilizando materiales disponibles públicamente en Internet se ajusta a esta categoría. OpenAI insiste en señalar que ha implementado un proceso de exclusión voluntaria para editores, como una muestra de buena ciudadanía corporativa.
En tercer lugar, la empresa reconoce la existencia de un «bug» de regurgitación, aunque lo considera raro, y está trabajando para reducirlo a cero. Este fenómeno ocurre cuando los modelos de IA memorizan y reproducen datos exactos del entrenamiento, lo cual es más común cuando un contenido específico aparece repetidamente en los datos de entrenamiento.
Finalmente, OpenAI aborda directamente la demanda del New York Times, afirmando que no cuenta toda la historia. La empresa de IA asegura que había estado en conversaciones con el Times hasta el 19 de diciembre para cerrar un acuerdo que se centraría en la visualización en tiempo real con atribución en ChatGPT. La demanda presentada por el Times el 27 de diciembre fue, según OpenAI, una sorpresa y decepción.