Un trabajador del servicio Ubereats, en Sevilla. Foto: OKemppainen // Depositphotos

La industria del periodismo está atravesando una transformación profunda, que en ocasiones desemboca, debido a la necesidad de reducir costes, en la externalización de trabajos periodísticos, práctica que recuerda a la economía de plataformas.

En un artículo publicado en Le Monde Diplomatique, el periodista Vincent Bresson examina cómo los profesionales del periodismo están viviendo esta situación, y lo califica como la uberización del periodismo.

Bresson sostiene que, al igual que otros trabajadores, los periodistas están sufriendo la externalización de sus tareas y un deterioro en sus condiciones de trabajo. Este proceso, impulsado por la búsqueda de reducción de costos y maximización de ganancias, ha llevado a un incremento en la producción de artículos estandarizados y de baja calidad, a menudo basados en despachos de agencias de noticias, escribe.

La experiencia de los periodistas subcontratados

El artículo de Bresson destaca el caso de Clara Landrieux, quien tras graduarse de una escuela de periodismo se encontró trabajando en una agencia de prensa llamada 6Medias. Clara describe su trabajo como un proceso mecánico y repetitivo, donde debía producir ocho artículos al día, a menudo sin realizar investigación de campo ni aportar fuentes originales.

La mayoría de los lectores -explica Bresson- ignoran que muchos artículos que consumen en medios reconocidos  son producidos por estas agencias de prensa subcontratadas. Las empresas de medios justifican esta práctica argumentando que se adapta mejor a las expectativas del lector digital, donde el contenido que genera más clics tiende a ser de menor calidad y más sensacionalista.

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El entorno laboral para estos periodistas es extremadamente precario. Clara, como muchos de sus colegas, abandonó el trabajo después de recibir constantes críticas y lidiar con una carga de trabajo insostenible. Los salarios son bajos, con jornadas de siete a ocho horas y media remuneradas con apenas 101 euros brutos diarios, en el caso de Francia.

La externalización no se limita al contenido web, recuerda Bresson. Las publicaciones impresas también recurren a agencias de prensa para evitar la contratación directa de periodistas, reduciendo así sus costos operativos.

Bresson también alerta sobre el posible impacto de la inteligencia artificial (IA) en el periodismo. A medida que las empresas de medios buscan formas más rápidas y económicas de producir contenido, podrían recurrir cada vez más a herramientas automatizadas, eliminando la necesidad de periodistas humanos. Esto plantea preocupaciones sobre el futuro de la profesión y la calidad de la información.

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