Comscore presentó ayer sus resultados financieros de 2022. A pesar de que los ingresos han sido algo mejores que en 2021, la pérdida neta ha sido superior. En concreto, los ingresos en 2022 fueron de 376,4 millones de dólares, en comparación con los 367,0 millones en 2021, pero la pérdida neta de 66,6 millones supera los 50,0 millones de dólares que la compañía perdió en 2021.
Este incremento de la pérdida neta se debe principalmente de un cargo por deterioro de la plusvalía no monetaria de 46,3 millones de dólares, y costes de reestructuración de 5,8 millones en el tercer trimestre de 2022. El EBITDA ajustado ha sido de 37,0 millones en comparación con los 31,9 millones en 2021. En la partida de efectivo, equivalentes de efectivo y efectivo restringido han quedado 20,4 millones frente a 22,3 millones al 31 de diciembre de 2021.
Perspectivas para 2023
Con base en las tendencias y expectativas actuales, Comscore cree que los ingresos de 2023 aumentarán «en dígitos bajos a medios» con respecto a 2022, «impulsados por el crecimiento continuo de las soluciones multiplataforma de nuestras ofertas de televisión local y nacional y el crecimiento de las soluciones de anuncios digitales a medida que nos enfocamos en las integraciones de productos y la innovación de nuevos productos. Esperamos un margen EBITDA ajustado de dos dígitos para 2022».
La bolsa castiga a Comscore desde hace años
La bolsa está castigando a Comscore desde hace tiempo, y acumula notables caídas en el parqué. A principios del año pasado, la acción llegó a cotizar por encima de 3,30 dólares, y ayer cerró a 1,16. A mediados de 2015, la acción llegó a cotizar por encima de los 50 dólares.
El proveedor de análisis y evaluaciones de productos financieros Morningstar cambiaba recientemente la calificación hacia esta compañía en dos conceptos: rebajaba en una estrella la calificación cuantitativa de la compañía (de 4 a 3 estrellas), en abril, y aumentaba la calificación de incertidumbre de la empresa de Muy alta a Extrema, después del 13/12/2022.