Un grupo de investigadores de diversas universidades de Estados Unidos ha analizado los mecanismos que facilitan la propagación de desinformación en redes sociales y ha identificado la indignación moral como un factor clave en este fenómeno. El estudio, cuyos resultados se publicaron en la revista Science, señala que la reacción emocional de los usuarios ante informaciones engañosas es determinante para la difusión de bulos y datos erróneos.
El trabajo, tal como recoge RTVE, advierte que las iniciativas para reducir la propagación de información falsa, como promover que los usuarios verifiquen la veracidad de los contenidos antes de compartirlos, podrían no ser efectivas. Según los datos recogidos, las publicaciones con información errónea generan una mayor respuesta de indignación moral en comparación con aquellas que son precisas, lo que favorece su viralidad en redes sociales.
Los investigadores explican que la indignación moral combina sentimientos de ira y rechazo provocados por la percepción de violaciones a normas éticas o morales. Este tipo de emociones, según los análisis, no solo impulsa a los usuarios a compartir contenidos sin leerlos previamente, sino que también facilita que la desinformación alcance una mayor audiencia.
🔴 La revista Science ha publicado un estudio sobre la propagación de los bulos y las mentiras
▪️ Según los expertos, el enfado y la indignación son factores que influyen mucho en su propagación, sobre todo, en contextos extremos como la DANA
🎙️ Tiene los datos @c_rubago pic.twitter.com/IKDJZ1qKhe
— 24 horas de RNE (@24horas_rne) November 28, 2024
https://platform.twitter.com/widgets.js Para alcanzar estas conclusiones, el equipo llevó a cabo ocho análisis basados en datos recopilados en redes sociales como Facebook y Twitter, abarcando diferentes periodos de tiempo. Además, realizaron dos experimentos conductuales para explorar el papel de la indignación en la diseminación de desinformación.
El estudio también destaca la influencia de los algoritmos de las plataformas sociales, que priorizan los contenidos con alto nivel de interacción. Según los investigadores, esta «amplificación algorítmica» potencia la difusión de información que genera indignación, ya que dichos contenidos resultan más atractivos para los usuarios y, por ende, tienen mayor visibilidad.