La Sociedad Española de Periodística y el Grupo de Investigación de la Comunicación (GICOV) acaban de publicar un libro que recoge las conclusiones y una selección de ponencias del XXIII Congreso Internacional de la Sociedad Española de Periodística, organizado por la Universidad Miguel Hernández de Elche en junio pasado.
En el congreso, con el título de Mediamorfosis. Perspectivas sobre la innovación en periodismo, se analizaron las claves para desarrollar un periodismo de calidad que llegue a ser viable e innovador. En total, 92 comunicaciones, 37 universidades, 10 países y 7 líneas temáticas sintetizaron uno de los eventos científicos más relevantes en el ámbito del periodismo en España.
El libro, coordinado por José Luis González-Esteban y José Alberto García-Avilés, y que puede descargarse gratuitamente desde la página del GICOV, contiene un resumen del Congreso y 14 contribuciones en torno a cuatro temas: a) producción de contenidos y nuevas narrativas, b) canales de distribución, redes sociales y audiencias activas, c) modelos de negocio y vías de innovación, y d) análisis de la transformación mediática, la mediamorfosis.
El libro, en la síntesis de las conclusiones de las jornadas, indica que «estamos inmersos en una etapa de la transformación digital conocida como web social, en la que las aplicaciones, plataformas y dispositivos experimentan un estado de flujo constante. Es por ello que los medios de comunicación no deben centrar sus esfuerzos en generar productos basados en tecnologías efímeras (shiny new things), sino innovar desde el punto de vista de la organización interna y preocuparse por generar valor añadido para su audiencia».
Los conferenciantes coincidieron, según recoge el libro, en que, a pesar de que las tecnologías son grandes aliados del periodismo, lo verdaderamente importante es ofrecer información útil que responda a los gustos y necesidades del público. Para ello, proponen encontrar el denominador común entre los intereses de los usuarios y los asuntos que deben conocer.
Sin embargo, «el envoltorio también cuenta. Si se logra el equilibrio entre la parte
tecnológica y la informativa, entre el continente y el contenido, se pueden desarrollar estrategias comunicativas que potencien el consumo de noticias, creen nuevos hábitos de lectura y alcancen a nuevos perfiles de audiencia».
El papel de las nuevas narrativas
Durante el congreso se destacó el papel de las nuevas narrativas, el creciente tratamiento de los datos para crear valor añadido, la gamificación como estrategia para fidelizar a la audiencia y la realidad virtual y las imágenes 360 como herramientas clave en el periodismo inmersivo. Según las conclusiones que recoge el libro, «esta apuesta tecnológica se ha convertido, en muchos casos, en un complemento de la labor editorial de los medios, que habilita nuevas formas de alcanzar a la audiencia y contribuye a explorar vías de ingresos alternativas».
Precisamente, la monetización y financiación de las iniciativas periodísticas es una
de las mayores preocupaciones del sector mediático en la actualidad. En un ecosistema en
el que las plataformas acaparan la mayor parte de los ingresos por publicidad, «los medios deben recurrir a vías de ingresos alternativas, que además van a condicionar su forma de trabajar».
Otra estrategia empresarial que contribuye a mejorar la economía de los medios
es la asociación con proyectos e iniciativas diferentes, ya que permite el ahorro de costes. Además, estas alianzas mejoran la calidad de los contenidos y aumentan su difusión.
Fomentar una mentalidad innovadora desde las universidades
En este contexto, resulta necesario fomentar desde las universidades una mentalidad
innovadora que prepare a los estudiantes para un mercado en continua transformación.
Para ello, conviene que se produzca un doble acercamiento: que los estudiantes de
las facultades se incorporen a las redacciones y que los profesionales de las redacciones se incorporen a la docencia.
De hecho, una de las principales conclusiones del congreso fue la necesidad de acercar posiciones entre la academia y la industria, ya que el intercambio de información entre ambas partes puede redundar en una mejora de la calidad y sostenibilidad del periodismo.
En definitiva, la innovación mediática se presenta como una solución ante la desafección
ciudadana hacia el sector, ya que fomenta el periodismo independiente, genera vías de ingresos alternativas y abre nuevos canales de interacción entre los ciudadanos y los periodistas. Reconectar con la sociedad es, por tanto, la mayor innovación, indican las conclusiones.