Prensa Ibérica celebró recientemente en el Palacio de Liria de Madrid el 45 aniversario de su fundación, en un acto presentado por la periodista Isabel Jiménez, que reunió a 350 invitados de diversos sectores, incluidos el deportivo, social, político, mediático y empresarial.
Javier Moll y Arantza Sarasola, presidente y vicepresidenta de Prensa Ibérica, respectivamente, compartieron reflexiones sobre la trayectoria del grupo desde su fundación en 1978 hasta la actualidad. Durante su intervención en el acto conmemorativo, destacaron el compromiso de la empresa con los principios democráticos y el derecho a la información.
El grupo, que comenzó su andadura con la adquisición de Prensa Canaria, ha sido un actor clave en el panorama mediático español. “Desde el principio supimos que la prensa estaba llamada a jugar un papel clave a la hora de afianzar los principios democráticos. Garantizar el derecho a la información de los ciudadanos, vigilar los poderes públicos y favorecer un intercambio plural de opiniones. Estos también han sido los principios que han guiado siempre nuestra actividad editorial“, destacaron Moll y Sarasola.
En el discurso reconocieron que la industria de los medios ha cambiado mucho, pero, en palabras de Javier Moll, la prensa no se acaba: “Internet hace que los periódicos ganen en inmediatez, convierte sus contenidos en globales y multimedia, y hace posible una mejora sustancial de la oferta informativa. Lo esencial es la información, no la herramienta que utilizamos para obtenerla y difundirla. Gracias al desarrollo digital, estamos alcanzando un número de lectores que jamás habríamos soñado. Ahora se lee más que nunca, incluidos los jóvenes que lo hacen a través del teléfono móvil accediendo de forma cómoda e instantánea a todo un universo de información que ya no es sólo escrita sino también audiovisual. Cambia la tecnología, el estilo, los hábitos… pero la información que ofrece la prensa sigue estando ahí, con más futuro que nunca”.
“Creemos en la prensa y creemos en la necesidad de estar bien informados. Sin información no hay libertad. Pero el mundo se transforma, y la clave está en transformarnos al compás de sus nuevas exigencias y de los avances que brinda la tecnología”, apuntaron en su intervención.
