Arriba: Patricia Torres-Burd y Daniel Dessein. Abajo: Jorge Carrasco (izquierda) y Rosental Alves.

El impacto económico del coronavirus sobre los medios de comunicación, que ya venían sufriendo una crisis económica relevante, está obligando a la industria periodística a buscar nuevas vías de financiación para poder afrontar el futuro con algo más de optimismo.  Ayudas estatales, modelos de mecenazgo, conversión a medios sin ánimo de lucro, etc. Sobre estas nuevas vías de financiación de periodismo ha versado la cuarta sesión del LATAM Media Leaders eSummit, organizado por WAN-IFRA y del que Laboratorio de Periodismo es Media Partner.

En la sesión, moderada por el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), Daniel Dessein, han expuesto sus puntos de vista Patricia Torres-Burd, Directora Gerente del departamento Media Services de Media Development Investment Found (EEUU); Jorge Carrasco, Director de la revista Proceso, (México); y Rosental Alves, Director Ejecutivo y Fundador del Centro Knight para el Periodismo en las Américas, de la Universidad de Texas.

Sobre la dependencia de las ayudas estatales a los medios, como forma de aliviar la situación, Carrasco ha alertado sobre un exceso de dependencia y ha indicado que en México, las ayudas estatales a través de la pauta publicitaria, es decir, la publicidad institucional, han sido determinantes para la existencia de los medios, llegando a verdaderos excesos, y que al recortarse ahora, muchos medios de información han cerrado sus puertas y muchos otros han tenido que hacer profundos recortes, porque dependían en gran parte de la pauta publicitaria.

“Además, la pauta publicitaria se utilizaba como promoción intensa del gobierno y se traducía en millones de dólares para los medios, pero de una forma bastante desigual, con una absoluta discrecionalidad”, indica. Esta situación afecta a los medios más independientes, que ni son progubernamentales ni están permanentemente en contra de un proyecto político, porque cuando el gobierno cambia, al mantener su línea independiente, se quedan fuera también de las ayudas gubernamentales, como es el caso de la revista Proceso, sostiene Jorge Carrasco.

Torres-Burd: “La dependencia de las ayudas gubernamentales debe ser pequeña en relación con el total de ingresos”

Precisamente para evitar que los periódicos desaparezcan o sufran importantísimos recortes cuando hay un cambio de gobierno, Patricia Torres-Burd cree que el apoyo gubernamental debería constituir “una pequeña parte de los ingresos de un medio, porque si no se convierten en esclavos”. Entiende que la situación idónea sería aquella en que el apoyo gubernamental viniera sin condiciones, “pero esto es casi imposible en muchas regiones del mundo”.

Por su parte, Rosental Alves ha incidido en la separación entre lo que es subsidio de lo que es publicidad oficial, entendiendo el subsidio, de acuerdo con la RAE, como una prestación pública asistencial de carácter económico y de duración determinada. “La publicidad oficial es utilizada como un arma para beneficiar a los ánimos y atacar a los enemigos, pero esto no tiene nada que ver con una prestación pública asistencial, por tratarse de un sector de interés público”.

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Rosental Alves es optimista y considera que se van a encontrar nuevos modelos, que no serán los más lucrativos, como los que hicieron ricos en la edad del oro de la industria a muchos editores, pero que permitirán que los medios sean sostenibles.

 

Medios de comunicación sin ánimo de lucro

En algunos países, no tanto en América Latina o España, están floreciendo medios sin ánimo de lucro, como forma de reinventarse en una situación tan complicada. Sobre esta idea de que un medio de comunicación pueda ser una organización sin ánimo de lucro, Patricia Torres-Burd ha indicado que existe un temor arraigado en muchos periodistas cuando se les habla de medios sin ánimo de lucro, “porque lo identifican inmediatamente con sobrevivir de subsidio a subsidio y que ese modelo no es sostenible. No entienden que el modelo de reinvertir en beneficio de la comunidad puede ser  sostenible”.

Rosental Alves, por su parte, ha expuesto que el negocio que genera un periódico ha menguado tanto que “ya no es una cuestión de ser o no ser de lucro, porque ya no hay lucro. El periodismo sin fines de lucro no va a reemplazar el periodismo con fines de lucro. Va a complementarlo. Estamos en un ecosistema mediático en el que habrá mucha más diversidad que la que hubo en el pasado. Habrá una diversidad que incluye el periodismo sin fines de lucro”.

Rosental Alves ha indicado que ya viene hablando de eso desde hace diez años en América Latina a representantes de medios “y la respuesta es que eso es cosa de gringos y que aquí no funciona, pero el hecho de que no tengamos esa tradición en América Latina no significa que no la vayamos a tener”.

 

El caso del Texas Tribune

Rosental Alves, que está en la junta directiva del Texas Tribune (un medio sin ánimo de lucro), ha explicado que el modelo del Tribune es exitoso, “porque nosotros entendemos esta organización sin fines de lucro como si fuera con fines de lucro. Es un negocio que tiene que buscar ingresos para pagar cuentas. La única diferencia entre uno y otro modelo es que uno tiene accionistas y cuando sobra dinero entre lo que se recauda y lo que se gasta, va a los dueños, y en el modelo sin ánimo de lucro se reinvierte en el periodismo. Hay que luchar de la misma manera como si fuera una empresa”.

En el caso de la revista Proceso, Jorge Carrasco apunta que dado que surgió de la mano de periodistas que habían sido expulsados del Excelsior y decidieron crear la revista, “nació ya desde el principio para hacer periodismo, sin ánimo de lucro, y con la claridad suficiente para que genere recursos para poder seguir haciendo periodismo. Eso es lo que hemos seguido haciendo, pero por la situación actual,  ahora realmente en condiciones mucho más adversas. Pero de lo que se trata el final es de que la empresa sea sólida para poder seguir haciendo periodismo”.

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Relación de los medios con Google y Facebook

La sesión del LATAM Media Leaders eSummit también abordó la relación que los medios deben mantener con plataformas como Facebook o Google o si es posible recuperar en temas de ingresos por publicidad los volúmenes que antes llegaban a los medios. Para Rosental Alves, “no hay vuelta atrás. Perdimos. El mercado publicitario cambió desde que Google inventó esta manera de hacer una publicidad más eficiente y barata. No hay que llorar y querer que esto vuelva a ser como era antes”.

“En segundo lugar, -apunta Rosental Alves- es legítimo luchar por los derechos de autor y estamos en un punto de inflexión entre las plataformas y sus relaciones con los medios, e incluso en lo que es la autodefinición de las plataformas. Creo que es legítimo luchar por encontrar un mejor beneficio en esa relación del periodismo con las plataformas, pero también creo que las plataformas tienen un sincero interés en ayudar a que el periodismo encuentre una manera de sobrevivir, y todavía estamos en el principio de eso. Lo importante es no retraerse, sino aprender con estas plataformas”

Para Patricia Torres-Burd, “no hay plataformas ni buenas ni malas. La mayoría de los medios que apoyamos nosotros dependen de estas plataformas para la distribución de noticias y no pocos medios han podido respirar en esta crisis por ayudas de Google o Facebook. La crisis ha cambiado las cosas y es el momento para una nueva conversación. Es el momento de unirse y encontrar una forma mejor de trabajar juntos”

Jorge Carrasco ha añadido al respecto que “hay que entender que esta es la nueva realidad. Es un hecho el que las plataformas son grandes vías de distribución y nuestro trabajo se amplía mucho a través de ellas. La cuestión es revisar la ecuación y en el caso de los medios conocer más la lógica que hay detrás de las plataformas”.

¿En qué medida pueden ayudar los modelos de suscripción?

Los modelos de suscripción están generalizándose en todo el mundo occidental, después de un periodo en el que había sólo algunos pioneros que lo pusieron en marcha en sus respectivos países. ¿En qué medida puede ayudar estos modelos de suscripción a los periódicos para aliviar su situación?, ha preguntado Dessein a los participantes en la sesión.

Para Rosental Alves, “el paywall no es una panacea. El hecho de que se ponga un muro de pago no significa que la gente va a empezar a comprar suscripciones. Es parte de la solución, pero no es la solución. En los últimos años hemos visto mucha más aceptación al valor de la información y estamos entrando en un periodo donde la gente acepta más pagar y vamos a seguir en ese camino, pero el paywall no es una solución para todos”.

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Según Rosental Alves, los muros de pago necesitan cumplir varias condiciones para que funcionen, como contar con muy buena tecnología o llevar a cabo un profundo análisis de datos. “Los muros de pago que funcionan mejor son los que están basados en una sólida ciencia de datos. Se necesita sobre todo una nueva conceptuación de la relación entre los medios y los lectores o usuarios. No es un producto más que se vende en el quiosco sino la relación con un nuevo tipo de ciudadano, que es el ciudadano de la era digital, y que tiene garantizada su expectativa de participación”.

Rosental Alves considera que esa relación “debe acercarse más a una relación de membresía, de socios de una asociación donde se administra este grupo de clientes, no como clientes, sino como miembros de una comunidad”.

Conocer a la comunidad a la que se dirige el periódico y entender qué valor agregado se le puede dar

Patricia Torres-Burd ha coincidido en que para que funcione un modelo de pago se debe implantar una disciplina muy estricta, que se base en tecnología y que sepa analizar datos, y que sobre todo entienda finalmente a qué comunidad se está dirigiendo y qué valor agregado pueda dar para que esa comunidad pague.

“Muchas de las marcas con las que tenemos contacto -añade Torres-Burd- no entienden muy bien cuál es su comunidad ni tienen esa disciplina para entender esos hábitos de consumo”. Sobre si existen muchas diferencias entre el lector de América Latina y otras regiones del mundo a la hora de pagar por contenidos, Torres-Burd ha sido tajante: “El consumidor de información de América Latina no es diferente al de otra parte del mundo. Si la información tiene valor y respalda a una comunidad, van a apoyar al medio. Yo dudé de si los españoles iban a apoyar a eldiario.es cuando nació, y estamos viendo el éxito que está teniendo, y no tienen un muro de pago. Creo que lo que falta en América Latina es un entendimiento de cuál es la audiencia a la que se va a servir y las herramientas que se necesitan. En América Latina, con un idioma que se reparte por toda la región, hay una oportunidad para encontrar ese valor añadido”, ha indicado.

Jorge Carrasco ha coincido con los otros participantes al señalar que “el reto que tenemos es muy grande. De inicio, queremos que el digital sea sostenible en sí mismo,y ese es un proceso importante. Anteriormente la revista lo sostenía todo: reporteros, edificio…, pero al reducirse de manera significativa los ingresos del impreso, cada vez es más difícil cumplir los compromisos. Queremos invertir la situación y que no sea el impreso el que lo sostenga todo, sino que el digital al menos se sostenga a sí mismo. Y esto no lo podemos hacer sin apoyo, sin asistencia y sin conocer otras experiencias internacionales”.

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