La revista científica Nature ha anunciado que no publicará contenido en el que la fotografía, los vídeos o las ilustraciones hayan sido creadas total o parcialmente utilizando inteligencia artificial (IA) generativa, al menos en un futuro previsible. La medida se produce después de meses de debate interno y consulta a raíz de la explosión de contenido generado mediante herramientas de IA como ChatGPT y Midjourney, y el rápido incremento en sus capacidades.

Además, Nature pedirá a los artistas, cineastas, ilustradores y fotógrafos a quienes contraten y con los que trabajan que confirmen que ninguno de los trabajos que envíen se haya generado o aumentado utilizando IA generativa.

«¿Por qué no permitimos el uso de IA generativa en contenido visual?», se pregunta Nature. La respuesta es que, en última instancia, es una cuestión de integridad. «El proceso de publicación, tanto en lo que respecta a la ciencia como al arte, está respaldado por un compromiso compartido con la integridad. Eso incluye la transparencia. Como investigadores, editores y editores, todos necesitamos conocer las fuentes de los datos y las imágenes para que puedan verificarse como precisos y verdaderos. Las herramientas de IA generativa existentes no brindan acceso a sus fuentes para que dicha verificación pueda ocurrir», apuntan.

En la misma línea, Nature argumenta que la atribución es un factor clave cuando se utiliza o cita un trabajo existente, y que las herramientas de IA generativa no se ajustan a esta expectativa. Otros factores como el consentimiento y los permisos, que se deben obtener si se identifica a personas o se involucra la propiedad intelectual de artistas e ilustradores, también son problemáticos en las aplicaciones comunes de la IA generativa.

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Textos generados con IA sí son aceptados, aunque indicándolo

No obstante, y a pesar de esta postura, Nature si permitirá la inclusión de texto que haya sido producido con la ayuda de la IA generativa, siempre y cuando se haga con las advertencias apropiadas. Su uso debe documentarse en la sección de métodos o agradecimientos de un artículo, según indican.

Según asegura Nature, «el mundo está al borde de una revolución de la IA. Esta revolución es muy prometedora, pero la IA, y en particular la IA generativa, también está cambiando rápidamente las convenciones establecidas desde hace mucho tiempo en la ciencia, el arte, la publicación y otras instancias. Estas convenciones, en algunos casos, han tardado siglos en desarrollarse, pero el resultado es un sistema que protege la integridad en la ciencia y protege a los creadores de contenido de la explotación. Si no tenemos cuidado en nuestro manejo de la IA, todas estas ganancias corren el riesgo de desmoronarse».

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