Si hace unos días, The Washington Post daba un paso inequívoco de que el mundo analógico, en lo que atañe a los medios de comunicación, se va desvaneciendo a un ritmo rápido, al anunciar que dejaba de imprimir su suplemento dominical, ahora ha sido la BBC la que ha marcado otro hito al anunciar que en su estrategia está el cambio hacia una empresa sólo online. Esto es, el cierre paulatino de toda la estructura analógica de una corporación que recientemente cumplía sus 100 años de historia.
En una entrevista en The Guardian, el director general, Tim Davie comenta que la BBC seguirá un tiempo con la transmisión lineal, pero que los británicos deberían prepararse para el cierre de muchos canales independientes y estaciones de radio para la década de 2030: “Con el tiempo, esto significará menos servicios de transmisión lineal y una oferta en línea conjunta más personalizada”. Ese cambio afecta de lleno a la BBC, que ya trabaja en la estrategia del cambio, indica.
“Imagínese un mundo en el que solo haya Internet, donde la televisión y la radio se apaguen y las opciones sean infinitas”, dijo. “Estas transmisiones se acabarán y debemos ser activos planificando el cambio”.
Davie reconoce que el futuro implicará “reunir a la BBC en una sola oferta”, posiblemente en forma de una aplicación que combine todo, desde programas de televisión hasta cobertura de noticias locales y material educativo. Esto podría suponer el final de distintas marcas como BBC One o BBC Radio 4, aunque los programas que emiten actualmente podrían continuar en línea, apunta en la entrevista.
El director general aceptó que existía el riesgo de que la BBC se convirtiera en un proveedor de contenido en línea más en un mercado abarrotado al abandonar sus espacios de transmisión tradicionales: “Pasar a lo digital no es el desafío en sí mismo, cambiar a lo digital sin perder la mayor parte de su audiencia y y sin quemar millones de libras innecesariamente es el desafío”.
