Carl Bernstein, en directo, sólo para suscriptores del Washington Post.

 

[Este artículo de opinión forma parte de la newsletter semanal de Laboratorio de Periodismo, que se envía a los suscriptores a las 8 de la mañana todos los martes. Semanalmente, Lluís Cucarella, director editorial del Laboratorio de Periodismo de la Fundación Luca de Tena y CEO de Next Idea Media, comenta en un artículo algunos puntos de actualidad de la semana en el mundo del periodismo. Suscríbete]

 

 

PrintPower, una organización paneuropea dedicada a promover los medios impresos y su papel en campañas y programas de marketing multicanal, publicaba recientemente un amplio reportaje sobre el futuro de los medios impresos y, en concreto, las previsiones para 2022. Hay algunos comentarios que merece la pena recuperar.  Por ejemplo, el presidente y director ejecutivo de Fipp.com, James Hewes, está convencido de que hay una oportunidad para los que entienden el mundo de los medios impresos, porque la pandemia ha hecho que se incrementen las suscripciones al papel y se vuelva a mirar hacia ellos por la fiabilidad.

Según Hewes, “las suscripciones digitales y el comercio electrónico dominarán su forma de pensar, pero la fuerza motriz es la gama de oportunidades para interactuar con los lectores”, incluido “un negocio de impresión rentable y quizás incluso en crecimiento”. Los que lo dominen -apunta Hewes- “continuarán construyendo una cartera de diversas fuentes de ingresos”.

El consultor de comercio electrónico, experto en soluciones web-to-print y fundador del blog Print.Watch, Ludovic Martin, añadía que “hay un cansancio digital, y los medios impresos son apreciados por su comodidad, relevancia y modo pasivo, especialmente en lo que respecta a la privacidad de los datos. Creo que la peor debilidad de la impresión (sin interacción, sin salida digital, lectura pasiva, sin espionaje) es, de hecho, su mejor fortaleza”.

Y en ese tono se sucedían algunas otras intervenciones, con matices, pero apuntando hacia un futuro en el que el papel será redescubierto.

Pero año tras año las cifras de circulación siguen cayendo y, aunque algunos periódicos impresos siguen siendo bastante rentables, sobre todo medios regionales y locales, el declive es continuo y por desgracia hay pocos datos nuevos para la esperanza.

Si realmente hay un renacer de los medios impresos, en el que pocos confían, aunque quizá si una ralentización de las caídas, no será porque los ciudadanos redescubran el valor de los periódicos impresos, sino porque se ha llevado a cabo una profunda reflexión sobre cuál puede ser su papel complementario, y se ha trazado una línea de trabajo, y se llevan a cabo campañas activas de puesta en valor de esa adaptación. No dejar que otros canales conquisten el fin de semana es, por ejemplo, uno de los objetivos, más que otras propuestas de redescubrimiento pasivo con pocos visos, o ninguno, de cumplirse algún día.

Así lo comentaba también, por ejemplo, Juan Señor, presidente de Innovation Media: “La migración de lo digital a lo impreso ha sido universal e irreversible, pero para la experiencia impresa diaria, la impresión de fin de semana está creciendo a nivel mundial. Las personas asocian la impresión con una experiencia cognitiva definida con un principio y un final”.

Sus previsiones para 2022 van también en esa línea: “Crecimiento continuo de los ingresos de los lectores y un enfoque en las ediciones impresas de fin de semana con más y más suplementos impresos”.

LECCIONES DE LIDERAZGO EN MEDIOS DE MARTIN BARON

El ex director del Boston Globe y el Washington Post, Martin Baron, es uno de los periodistas de los que más se puede aprender cuando se asumen tareas de primer nivel directivo en un periódico. Muchos excelentes periodistas no han tenido un buen desempeño como directores de los medios por falta de liderazgo. A veces, entre ser un excelente periodista y ser un excelente director de periódicos, media un abismo.

Leer a Martín Baron es una de las claves para reducir las probabilidades de fracaso cuando se pasa de ser un periodista o jefe de sección a ser director.

Los mensajes que ha dejado en sus intervenciones en la Cátedra Connecta son, de nuevo, un pozo de experiencia, incluso aquellos que parecen menos relevantes, pero que en la realidad adquieren un peso enorme, como por ejemplo cuando habla de los periodistas que sólo ven obstáculos, pero no soluciones.

El pesimismo es contagioso, y en una redacción, sometidos a presiones importantes, se propaga rápidamente. “Nunca contraté a alguien que no enfatizara las oportunidades por encima de los obstáculos, que no comunicara un espíritu de optimismo más que de pesimismo”, sostiene.

De sus intervenciones me quedo también con cinco claves para un periódico pospandémico:

  1. Ante la proliferación de noticias falsas, verificar, verificar y verificar: no somos un repositorio de información.
  2. Diferenciarse. Ofrecer un valor agregado. En mitad de un inmenso mar de fuentes informativas, tu propuesta debe ser distinta.
  3. No se puede cubrir todo. Es mejor hacer algo de forma excelente que intentar cubrirlo todo.
  4. Innovar. Hay que contratar a profesionales especializados y crear una cultura de la innovación.
  5. Un mundo cada día más visual. “Yo creo -indica Baron- que ese es el futuro del periodismo: una combinación de todas las herramientas que tenemos (texto, gráficos, videos, etc.)”. Cada vez el mundo es más visual. El periodismo tiene el desafío de identificar eso y mudarse a esos nuevos formatos”.

SUSCRIPTORES ES DISTINTO A LECTORES

Sigo echando en falta en España una mayor vinculación de los medios de comunicación con sus suscriptores; una relación que vaya más allá de ofrecer unos contenidos de calidad y una oferta variada de servicios.

Echo de menos, por ejemplo, aunque la lista es larga, que se organicen con relativa frecuencia charlas online entre periodistas y los suscriptores sobre temas de interés, investigaciones, y también eventos online con escritores, artistas, políticos, etc., de acceso exclusivo para suscriptores.

Es lo que acaba de hacer, por ejemplo, el Washington Post, con Washington Post Live, que inauguró este nuevo programa de fidelización con el ex reportero del Post y legendario periodista de investigación Carl Bernstein en conversación con la reportera de investigación nacional ganadora del Premio Pulitzer Carol Leonnig.

Los suscriptores pueden enviar preguntas, tener acceso en exclusiva al vídeo, etc. “Siempre estamos buscando formas de mejorar la experiencia de nuestros suscriptores. Esta iniciativa les brinda acceso a discusiones y a estar con invitados que no pueden encontrar en ningún otro lugar. Los invita a ser parte de la conversación”, comenta Kris Coratti Kelly, directora de comunicaciones de The Post.

PUESTOS DE TRABAJO DETALLADOS

Puestos a echar de menos, también echo en falta que los periódicos españoles tengan su sección de puestos de trabajo disponibles, y detalladas en profundidad las características que se buscan de la persona llamada a ocupar ese puesto, y cuál va a ser su cometido, porque ayudaría mucho, no sólo a los candidatos, sino a una generación de periodistas que están saliendo ahora de las aulas, y que, aunque tienen unos sólidos conocimientos, en general, desconocen qué es exactamente lo que la industria busca. Y se ganaría en transparencia.

Nada nuevo bajo el sol, tampoco, porque lo llevan haciendo ya muchos medios anglosajones desde hace tiempo, en una práctica transparente que habla bien del compromiso con la profesión. Aunque aún falta mucho para llegar, por ejemplo, a esto, en España, algunos medios como ElDiario.es están tratando de hacer estos procesos más transparentes. Bienvenida sea la iniciativa.

 

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