El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) ha expresado su firme rechazo a las críticas vertidas por el presidente Javier Milei hacia la prensa, así como al anuncio del cierre de la Agencia Nacional de noticias Télam, hecho durante su discurso ante el Congreso el pasado 1 de marzo. FOPEA, que agrupa a profesionales y docentes del periodismo y la comunicación en Argentina, alerta sobre el agravamiento de la hostilidad y la intolerancia contra el periodismo que estas acciones promueven.
En su intervención, el presidente Milei justificó la suspensión de la pauta publicitaria a los medios por un año, argumentando crisis económica, pero también lanzó acusaciones genéricas sobre periodistas «ensobrados», mentiras y compra de voluntades. Según FOPEA, tales afirmaciones no solo carecen de fundamento, sino que también desvirtúan el propósito de la pauta publicitaria estatal, que busca garantizar la difusión de informaciones de interés público sin constituir un premio o castigo para los medios.
«La pauta publicitaria no representa un pago encubierto a periodistas, sino que sirve para que el Estado universalice la comunicación de medidas o informaciones que considere importante o de interés público. No se trata de premios o castigos», señala FOPEA, haciendo hincapié en que cualquier irregularidad debería abordarse mediante denuncias concretas dentro del sistema, evitando generalizaciones que terminan perjudicando a inocentes.
FOPEA también ha mostrado su preocupación por el incremento de despidos en los medios de comunicación a lo largo del país, un fenómeno exacerbado por la difícil situación económica. En este contexto, el anuncio del cierre de Télam representa un golpe adicional a la libertad de expresión y el derecho a la información, fundamentales en una democracia, apunta el Foro de Periodismo Argentino.
«En un contexto de creciente desinformación, los medios públicos pueden y deben cumplir un rol determinante en la construcción de audiencias más críticas y mejor formadas, con inclusión y equilibrio de voces», sostiene FOPEA, defendiendo la necesidad de medios públicos no gubernamentales que respeten estos principios.