Medios de comunicación y grandes plataformas tecnológicas son conscientes de que el audio tiene un peso enorme en los hábitos de las nuevas generaciones y desde hace tiempo están poniendo en marcha iniciativas con el audio como eje principal que tratan no sólo de atraer a esas nuevas generaciones sino de fidelizar a los suscriptores.
Aparte de los podcast, que en mayor o menor medida casi todos los periódicos relevantes ya producen desde hace tiempo, han surgido nuevas iniciativas como la lectura algunos artículos por los propios redactores, la construcción de plataformas de audio propias por parte de medios de comunicación, para no depender de terceros, o hace poco, incluso, la incursión de Netflix en el terreno del audio bajo demanda.
Ahora, ha sido Spotify la que acaba de entrar en el mercado de los audiolibros, de momento con obras de dominio público, para ver el efecto que tiene sobre su público. Spotify ya dio un paso adelante en este sentido cuando empezó a incorporar podcast a su oferta y luego crear una suscripción premium sólo para podcast, y ahora plantea batalla en el terreno de los audiolibros, para hacer frente a Audible de Amazon, y otras plataformas como Storytel.
Aunque las obras son de dominio público, la producción e interpretación de los textos es de Spotify, y no podrá escucharse en otros sitios.
Algunos de los libros con los que está realizando la prueba (sólo en inglés, de momento), son Frankenstein de Mary Shelley, Great Expectations de Charles Dickens y Persuasion de Jane Austen, y ha contratado para la lectura a personas de renombre, como el actor Forest Whitaker, que da voz al libro Narrative of the Life, an American Slave, de Fredrick Douglass; o la también actriz Hilary Swank, que da voz al texto de The Awakening, de Kate Chopin.
Una experiencia de inmersión profunda
Además de los audiolibros en sí, Spotify también ofrece una experiencia una “inmersión profunda” en cada libro, merced a los comentarios de la profesora de Harvard Glenda Carpio.
Tal como indicaba ayer Nathan Ingraham en Endadget, queda por ver si Spotify se interesará o no en los audiolibros más allá de este piloto: grabar y ofrecer una pequeña selección de libros de dominio público es muy diferente a proporcionar una gran biblioteca de títulos modernos y clásicos que pueda competir contra Audible, que recientemente desembarcó en España.
El propio Spotify señaló que está llevando a cabo muchas pruebas, algunas de las cuales son sólo para aprender sobre gustos y experiencias del usuario, pero que no necesariamente deben acabar en un producto. “Pero dado el gran enfoque de la compañía en el contenido de palabra hablada con podcasts, esta incursión en los audiolibros es una prueba que tiene todo el sentido”, apunta.
